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Sábado 11 de Julio de 2015 05:17

La cura contra el calor

He llegado a la conclusión de que soy masoquista, pero bien. Trabajando de 7 de la mañana a 3 de la tarde donde Cristo perdió el zapato -o lo que perdiese, que nunca me aclaro- y teniendo un paseito desde la parada de la ruta hasta casa, estos días llego asfixiada. ¡Hasta se me quita el hambre! Ese es uno de los pocos efectos secundarios del verano que agradezco: ya no tengo hambre cada dos horas y cuando la tengo solo me apetecen cosas fresquitas. Aun así, no sé cómo puede estar ayer a las 7 de la tarde en la cocina, sudando a todo sudar, preparando una pasta al horno para el día siguiente, consciente de que al día siguiente al llegar me va a apetecer, como mucho, una ensalada. ¿Es masoquismo o es el hecho de tener un blog y no querer hacer diariamente fotos de un plato con lechuga?


Sea como fuere todos los día me digo a mi misma: queda clausurada la temporada de horno, por lo menos por las tardes, que para horno ya tengo con salir a la calle … pero al final veo algo en algún blog o en algún libro que me llama la atención y ¡vuelta a los sudores!. Y pensar que la gente paga por ir a las saunas cuando tienen una en casa...es algo que nunca entenderé. Por eso hoy haré unas galletas que vi ayer aquí, pero mientras tanto os dejo con unas fotitos de lo que realmente se "cuece" o más bien "no se cuece" en la cocina estos días: los “Smoothies” - me apetecen a TODAS HORAS y les puedes echar lo que quieras. Es curioso porque en invierno que solo hay manzanas y peras, comer fruta me da un poco de pereza, pero es llegar el buen tiempo y me convierto en brontosaurus  y consumo fruta encantidades industriales. De hecho con los “Smoothies” me pasa como con el colorete: empiezo con una cantidad razonable y cada día voy echando más y más hasta que, en el caso del “Smoothie” he llenado el vaso de mi querido Minipimer y, en el caso del colorete parezco una muñeca pepona.

Los “Smoothies” -si es que se llaman así los vasos de fruta licuada- los hago siempre con zumo de naranja y plátano que le da un toque más consistente y suave. El resto de ingredientes dependen de lo que tenga en la nevera: hace unas semanas eran fresas, hoy han sido una pera y un paraguayo (nunca me ha quedado muy claro si se dice paraguayo o paraguaya...). Con esto, el biquini, la toalla y algún libro "chorras" y la piscina, aunque sea solo por las tardes, habrá que ir aguantando hasta que lleguen la vacaciones de verdad. En cuanto a los libros, en general soy más de libros de fantasía, ciencia ficción y si son novelas románticas me gustan las de Jane Austen, Elizabeth Gaskell y compañía, pero en verano y en la piscina no hay nada como un libro de los que no te importa mojar y que te acabas en un día, sobre todo éste, del que acaban de sacar la peli y, aunque parezca ridículo decirlo porque no creo que todos los académicos de la lengua se leerían este libro ni en la piscina, ¡es mucho mejor que la película! Lo que me gustó de la película fue la canción del final.

 

 


Esto de los dulces es como la vida misma: lo que importa es que el interior esté bueno, pero que la cosa entre por los ojos siempre ayuda, así que el otro día decidí poner todo guapo a mi humilde bizcocho de plátano requete-socorrido que acabo haciendo todas las semanas para aprovechar plátanos MUY maduros, bien sea en forma de cake o en forma de magdalena. Últimamente, emulando a la gran Nigella, he llegado hasta a congelar plátanos a puntito de pasar a mejor vida. Lo que pasa es que de vez en cuando soy un poco tonta y en lugar de pelarlos antes de congelarlos los meto tal cual en el congelador. Al sacarlos y dejarlos descongelar no es que la piel se quite mal, que se quita de maravilla, pero lo de dentro parece un gusano de estos asquerosos que salen cuando llueve, pero en blanquecino... Como no soy escrupulosa, lo echo en la masa y me quedo tan ancha, y además el bizcocho sale igual de bueno, pero seguro que Nigella los congela pelados.

La razón de vestir de largo y añadir algún que otro complemento a un bizcocho simple, pero rico, es que estos días he decidido hacer bizcochos para desayunar pero con algo más de gracia de lo habitual. Obviamente lo primero que hay que hacer para engalanar un bizcocho es escoger un vestido, así que elegí un molde de bundt cake de silicona que compré hace un año en una tienda de estas que es como las de los chinos que utilicé un día y no he vuelto a tocar. Los moldes de silicona, a pesar de ser el furor últimamente a mí no me acaban de convencer, pero como no está el bolsillo como para desembolsar 30 euros como mínimo en uno nuevo metálico, decidí probar con éste. Esto de los moldes es un vicio y yo intento controlarme, pero ya no me hacen ilusión los zapatos, camisetas y vestidos(bueno sí, pero algo menos que antes), ahora me pongo como loca cuando por mi cumple me regalan un soplete, un aro o un corta pastas aunque sea de 50 céntimos y ahoraen lugar de pedirles a los Reyes un bolso les pido una máquina para hacer pasta fresca, así que como para dar rienda suelta a mi furia compradora...

Elegido el vestido, pasemos a los complementos. Los complementos fueron un poco lo que se me ocurrió sobre la marcha y de hecho ni apunté cantidades, pero como el resultado final es el desayuno perfecto, así tengo excusa para hacerlo la semana que viene. Por encima, el típico glaseado de azúcar glas y una gotita de leche que queda de lujo cayéndose por los surcos del bizcocho. Lo malo es que empiezas echándolo encantada: ay qué blanquito me ha quedado y aquello empieza a gotear y gotear hasta que te queda un señor charquito (iba a decir pequeño, pero como que no) en el plato, pero eso se rebaña y ¡listo!

Lo de las nueces es algo que voy a repetir, porque luego en el horno se tuestan un poquito y tienen el toque dulce del jarabe, hacen de contraste crujiente al bizcocho... vamos, ¡que se quite el 2.55 de chanel, que han llegado las "nueces cristalizadas"! Otro día tengo que publicar otra versión de esta idea que he hecho varias veces con el bizcocho delVictoria Sponge típico, al que añado nueces bañadas en caramelo. Ese también está que te puedes morir porque,además de las nueces, el caramelo se derrite en el horno y empapa parte del bizcocho,.¡el que no esté salivando a estas alturas no tiene sangre en las venas! De hecho acabo de encontrar una foto para que veáis a lo que me refiero.

Lo mejor de esto es que con un bizcocho versátil puedes hacer infinidad de combinaciones. Cuando me apetece con chocolate, echo trozos de chocolate a la masa pero seguro que con un glaseado de chocolate tipo el que llevan los donuts está buenísimo. Yo seguiré probando hasta alcanzar "mi mejor bizcocho", aunque me parece difícil elegir entre tanta cosa buena... lo único que sé es que, por ahora, éste es finalista y que no me estoy desviando del todo de la "repostería sana" porque lleva plátano...

 

 

bundt cake de plátano y nueces

Para las nueces cristalizadas

varios puñados de nueces

unos 50gr de azúcar

una o dos cucharadas de agua

La próxima vez que lo haga, lo mido, porque así es una chapuza, pero lo que hice más o menos fue: pelar unas cuantas nueces - vuelta a los trabajos forzados - y calentar el azúcar con un chorrito de agua en un cazo hasta que quedó todo disuelto. Entonces lo dejé hervir durante unos minutos, para que alcanzase consistencia de jarabe sin que se empezase a dorar. Esto lo vertí sobre las nueces troceadas en trozos grandes y lo moví todo para que todos los trozos quedasen recubiertos por el jarabe de azúcar

Para el glaseado

azúcar glas

unas cucharaditas de leche

Poner el azúcar glas en un bol y añadir la leche muy poco a poco hasta alcanzar la consistencia deseada.

Para el bizcocho

3 plátanos maduros
125ml aceite
2 huevos
250gr harina
100gr azúcar
media cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de levadura en polvo

1. Precalentar el horno a 200ºC.
2. Triturar los plátanos.
3. Medir el aceite en un vaso medidor y añadir los dos huevos y batir.
4. Poner la harina, el azúcar, la levadura y el bicarbonato en un bol, añadir la mezcla del aceite y los huevos, remover y añadir los plátanos triturados. Mezclar bien.
5. Verter la mezcla en el molde. Colocar las nueces cristalizadas por encima
6. Hornear durante unos  40-45 mins, hasta que un cuchillo insertado en el centro salga limpio. Al principio prestar atención a las nueces: en cuanto estén tostadas, cubrir con un trozo de papel albal la superficie superior del bizcocho con las nueces para evitar que se quemen.
7. Sacar del horno, dejar enfriar, dar la vuelta y glasear.

PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com

 

Martes 24 de Marzo de 2015 17:43

Un placer no culpable

Dos recetas seguidas sin un gramo de mantequilla....y juraría que no tengo fiebre....Debe ser que el otro día me probé un bikini y me rendí a la evidencia: puede que antes del 40 de mayo no haya que quitarse el sayo, pero la operación bikini habría que haberla empezado ya y yo estaba hasta antes de ayer (y probablemente mañana vuelva) venga a hacer tartas de 3 pisos de chocolate, nueces, caramelo y demás ingredientes recomendados por cualquier entrenador personal.

 

La ensalada del otro día todavía llevaba bacon, pero el "cake" de hoy, si se puede llamar cake ¡es todo un descubrimiento! No lleva mantequilla, solo lleva dos cucharadas de harina - y encima integral- y lleva azúcar moreno, y aún así es de los mejores bizcochos/pasteles/cakes de zanahoria que he probado en la vida. No sé si llamarlo cake porque tiene una textura muy suave, jugosa y esponjosa - de hecho lo veo más bizcocho de merienda o de postre que de desayuno. Más que nada porque como lleva tan poca harina, para desayunar te tomas la mitad y ni te enteras....

 

 

Lo descubrí un día en un blog que me encanta: Just a little bite y me apunté la receta y compré las zanahorias, pero cuando también lo vi en otro blog que también me gusta mucho,  Las Recetas de Piluka, ya no había escapatoria: había que probar el "cake-chollo": chollo porque está buenísimo y te lo comes sin sentirte culpable para nada. Animo a todo el mundo a que lo haga porque es fácil, sano y el que lo pruebe, sin saber lo que lleva, nunca adivinaría que es light. Si encima lo comes con algo de azúcar glas espolvoreada por encima....¡está que te mueres!

 

 

La receta la tenéis aquí o aquí.

 PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com 

 

 

 

Miércoles 28 de Enero de 2015 12:44

Clafoutis de chocolate y cerezas

 

Clafoutis es un clásico de la cocina francesa. En repostería o haces donuts, brownies y cupcakes o haces clásicos franceses... No había hecho nunca un Clafoutis y la verdad es que me ha sorprendido gratamente. Como uno de los "mejores amigos" de las cerezas es el chocolate, enseguida me decanté por esta opción. Lo que no tenía tan claro hace unas semanas era lo de encontrar cerezas decentes en el supermercado a estas alturas del año pero, afortunadamente, lo hice. Y si en la tarta del otro día mi cruz fue pelar las nueces, ahora ha sido deshuesar las cerezas...

 

¡Las cerezas son peores que la sangre! Fijo que mato a alguien en plan "Jack el destripador" y me mancho menos. Y lo peor es que lo sé y aun así vuelvo a las andadas cada vez que me toca deshuesarlas. Pero es que lo de los guantes no me gusta ni para fregar con agua hirviendo. Y para quien piense que con lavarse las manos vale... el morado se quitará pero ahora parece que llevo mes y medio sin lavarme porque tengo cortes, arañazos y todos los contornos de las uñas negros...

 

 

Últimamente todo me destiñe: ¡cada día aparezco de un color! Hace poco compré una falda verde larga de Zara como regalo de cumpleaños de mi hermana y, obviamente la estrené en cuanto pude: al día siguiente para ir a trabajar. Bueno, más bien el día de su cumpleaños, porque yo soy tan ansiosa que siempre le acabo dando los regalos antes de tiempo... Pero que conste que esto de estrenar regalos ajenos lo hacemos las dos, así que no estaba rompiendo ningún código de honor femenino ni nada por el estilo.

Bueno, pues el día en cuestión, a las 9 de la mañana (entro a las 7...) empecé a notar un color raro en las manos, que para las 11 y, a pesar de lavármelas unas 5 o 6 veces, era decididamente verde. En este punto pensé lo que pensaría cualquiera: madre mía, si tengo las manos así, cómo tendré las piernas o, mejor aún, el culo! Pues sí, la verdad es que me podían haber usado para asustar a los niños en Navidad, porque para cuando llegué a casa por la tarde, parecía el Grinch.

 

 

Volviendo al Clafoutis: me ha gustado mucho: tiene un sabor intenso a chocolate, pero lo mejor son las partes en las que te encuentras los trozos de cerezas jugositas...Además la casa huele a gloria mientras el invento está en el horno y se hace en nada. De hecho yo diría, como el Comidista, que es una receta para marixoxos.

 

 

 

Por cierto, el papel que sale en las fotos, en lugar de la típica fuente mona, es fruto de:

a) que no tengo esa típica fuente mona de horno para esto.

b) mi obsesión con Jamie Oliver. En casi todos sus programas de la serie  "Jamie´s 30 Minute Meals", el muchacho aparece todo emocionado con un nuevo truco para que el papel de hornear se ajuste mejor al molde de turno: lo moja, lo espachurra y lo escurre.

Así que a) me dió la excusa perfecta para probar el truco del maestro y hasta me gusta el "look rústico" que le da al Clafoutis...

 

PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com

 

 

 

 

 

 

Jueves 08 de Enero de 2015 12:07

German Chocolate Cake

Últimamente me ha dado por las tartas altas y ¡cuanto más altas mejor! Lo malo es que luego hay que transportarlas y,  para que se muevan lo menos posible, acabo pinchándolas con una pajita cual cirujano. Además cuando me toca llevar una de estas tartas en coche, el gran Murphy (el único sabio que me parece sabio de verdad) entra en acción. Hasta el conductor más pacífico del mundo saca el Kimi Raikkonen (sí, lo he tenido que mirar en la Wikipedia, porque de ortografía del país de dónde sea el muchacho éste no voy muy bien) que lleva dentro y pisa baches y socavones que yo juraría que antes no había, pega frenazos para evitar atropellar a la viejecita con el bastón que, como va a lo suyo, cruza con el semáforo en rojo, etc, etc.  Eso se traduce en que yo contribuyo a que el coche parezca un carrito del parque de atracciones con mis gritos y mis malabarismos.

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Todo esto teniendo en cuenta que solo soy capaz de transportar estas tartas porque una amiga de mi hermana fue un día a Ikea y nos compró una tartera que es del tamaño de... un fregadero. El día que la vi aparecer en casa con semejante tarterón me quedé de piedra, y eso que yo sonrío con CUALQUIER regalo, me guste o no, pero aquella tartera me dejó atónita. Ahora no sé qué haría sin ella y hasta la he bautizado: es "La madre de todas las tarteras" y se ha subido en más coches y ha visitado más casas que un cartero. Voy a coger complejo de abuelilla, todo el día con la tartera a cuestas.

 

 

 

 

 

La tarta de hoy llevaba queriendo hacerla desde que me llegó el libro "BAKED: New Frontiers in Baking", y vi este pedazo de tarta de tres pisos espectacular con un relleno atípico subida a un pedestal. Normalmente hago estas monstruosidades de tartas de dos pisos en lugar de tres y en un molde más pequeño porque haciendo la receta original salen unas tartas de 3 kilos y mi hermana me acaba echando la bronca y diciéndome que no quiere ver más tarta en casa. Claro, con 3 kilos de tarta me da para alimentar a todo el edificio, pero todavía no estoy tan mal como para ir regalando trozos de tarta de puerta en puerta. Es que realmente esto de hacer un blog de dulces tiene sus complicaciones: mi madre me dice que para no coger 10 kilos que haga lo que quiera, que ella ya lo repartirá. Pero claro, una vez que lo haces lo suyo es probarlo y, si lo pruebas, normalmente te quedas con ganas de más. Y lo suyo también es cortar un trocito para hacer una foto en la que se vea cómo queda la tarta, pero regalar una tarta a la que le falta un trozo....como que es un poco cutre...

Por eso las hago cuando puedo llevarlas a algún sitio y reducir su tamaño. Pero cuando me puse ayer a pasar de tazas a gramos la receta, la foto de la otra cara me estaba llamando y no hacía más que decirme: tres pisos, tres pisos, tres pisos, así que al final hice caso a la voz, aun sabiendo que para hacer tres bizcochos tendría que hacer dos hornadas porque mi horno es pequeñito. Hechos los tres bizcochos vuelve a entrar en juego Murphy porque recibo un mail diciendo que la barbacoa, para la que estaba haciendo la "gochada de tarta", que es como la he empezado a llamar, se ha cancelado. ¿Ahora cómo me deshago yo de semejante tartón? Porque no estoy dispuesta a ir a todos sitios con mi tartera repartiendo trocitos... Lo que está claro es que a todo el que vea hoy le cae un trozo de "tarta gocha", así que igual en el fondo, no hay mal que por bien no venga.

Esta tarta acabó siendo más alta que ancha y realmente lo que más tiempo lleva es pelar las dichosas nueces, que además te dejan las manos llenas de cortes - igual eso me pasa solo a mí que soy un poco patosa y tengo propensión a los golpes/arañazos/cortes y demás. Para que os hagáis una idea, me tropiezo hasta metiendo un pie dentro de la pierna del pantalón de la pierna contraria y de pequeña me dedicaba a romper las mangas de todas las camisetas al engancharlas en los pomos de las puertas de toda la casa, por no hablar del día que la cremallera del pantalón se me quedó enganchada de la mochila de un chico en la cafetería de la escuela... ¡De hecho estoy segura de que si intentase hacer todas esas cosas queriendo, no me saldrían!

Esta tarde he probado por fin la tarta y creo que me equivoqué al pasar de tazas a gramos con el coco rallado y eché demasiado, porque el relleno estaba demasiado denso para mi gusto, y estos bizcochos piden algo más jugoso. Además en lugar de usar leche evaporada usé nata, que había leído en un blog que era un posible sustituto de la leche evaporada, así que no sé si eso ha tenido algo que ver también en la consistencia del relleno, pero llega un punto en el que no se puede tener de todo, y ya me ha tocado comprar cosas de lo más "raras". A mi hermana le ha tocado buscar ruibarbo por TODAS las fruterías de Madrid y le han llegado a decir hasta que aquello no era una fruta sino un pescado....  y yo juraría que el día que fui a comprar leche en polvo para otro invento de estos, la cajera del supermercado me miró con cara de: hija, se te han olvidado los pañales, están en el pasillo de la derecha. Ahora entiendo por qué la siguiente vez que fui, me da todo decidida los puntos y yo pregunto ¿estos puntos para qué son? A lo que América Lucrecia me contesta: para un balón de fútbol, y yo: ¿y para qué quiero yo un balón de fútbol? y América Lucrecia me dice todo decidida: para sus hijos! A ver, América, si el otro día compré leche en polvo no creo que estén ya en edad de jugar al fútbol!!

 

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Miércoles 06 de Agosto de 2014 11:01

La importancia del número pi

 

El otro día una amiga del trabajo me pidió la receta del brownie (éste) que es incluso mejor que los donettes: si lo repartes ¡te salen amigos por todas partes! Le pasé la receta y me dijo que no sabía si su molde era del tamaño del de la receta, a lo que yo contesté: no pasa nada, calculas la superficie de tu molde, la del de la receta, divides la pequeña por la grande y multiplicas los ingredientes por la fracción que te sale. A mí me pareció una contestación de lo más normal, pero, por su cara, vi que ella estaba arrepintiéndose hasta de haberme preguntado y efectivamente me contestó: ¡ayy eso me pasa por rodearme de ingenieros frikis! Yo, todo convencida, le dije que no era contestación de ingeniera, sino de persona con sentido común y me propuse demostrárselo, así que al llegar a casa pregunté a mi hermana y a mi madre y, muy a mi pesar, coincidieron con mi amiga.

 

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Aún así, yo no desistía y, como buena Aries cabezota que piensa que tiene razón, seguí preguntando a diestro y siniestro si esto era algo lógico o cosa de frikis y digamos que las respuestas no fueron las esperadas.... Me han llegado hasta a decir que no todo el mundo sabe que el área de un círculo es πr2, con lo cual, cómo para ponerse a encima calcular las proporciones... Vamos, que a nadie le ha convencido mi teoría de que para que el brownie te quede con la consistencia perfecta, con la proporción justa de zona jugosa y zona crujiente, tiene que tener el mismo espesor que el de la receta, ni la de que en las tartas de varios pisos también importa la altura de los bizcochos y la proporción de relleno/cobertura-bizcocho

Por eso, aún asumiendo el calificativo de friki, que no me importa lo más mínimo asumir (con eso de ser fan de "El señor de los anillos", haber leído unas cuantas sagas de fantasía, y haber visto star wars unas cuantas veces, ya me lo tengo más que merecido), os hago la misma pregunta que llevo haciendo unas cuantas semanas al personal: ¿ Es lógico calcular el área del molde que vas a utilizar para calcular la proporción de los ingredientes que tienes que utilizar?. Por favor, que alguien conteste que siiiiii.  En realidad lo de que es lógico ya me han admitido que lo es, lo que no me admite nadie es que es lo que haría todo el mundo...

 

 

Hoy ha tocado sacar la calculadora para hacer tiramisú. Está muy visto y es muy fácil, pero está tan bueno que cada vez que voy a un italiano lo acabo pidiendo y el otro día compré una tarrina de mascarpone que lleva llamándome a gritos toda la semana para que haga algo con ella. Así que he buscado la receta más clásica que he encontrado, la del libro de recetas "La cuchara de plata", que está en mi lista de futuras compras y el resto es historia.

Las que pronto van a ser historia son las tacitas de tiramisú que tengo en la nevera, porque, con el olor que tengo en las manos de café y chocolate, no sé si seré capaz de aguantar las 3 horas de nevera de rigor. Lo he puesto en tacitas por dos razones: la primera porque como la tarrina de mascarpone era de 250gr y no de 400gr, no he encontrado en casa un molde lo suficientemente pequeño para montarlo y la segunda es que no me hacen ninguna gracia  las tartas/tiramisús y demás presentados en los pirex estos rectangulares de gratinar canelones.

 

Miércoles 02 de Julio de 2014 10:34

Pancakes

 

 

Desde que hace unos meses vi a mi querido Jamie Oliver haciendo pancakes con sus niñas, más bien enseñando a sus niñas a hacer pancakes, he tenido ganas de hacerlos. En general son la cosa más fácil del mundo y, tal y como los hace Jamie, más aún, así que si dos niñas de menos de 10 años pueden hacerlos ¡nadie tiene excusa!

 

Además son tan rápidos que los puedes hacer hasta para desayunar: yo siempre había pensado que los desayunos americanos estos con las tortitas, el bacon y los huevos eran una leyenda urbana o una forma de explotar a la madre que se tiene que levantar 3 horas antes que los niños todos los días para que cuando las fierecillas bajan por las escaleras de madera antes de ir al cole tengan el zumo, el colacao/café o lo que se tercie preparado, junto a los huevos, el bacon, las tortitas y los gofres.

¿Y para qué? Pues para darle un mordisco a la tortita sin echarle ni sirope de arce ni nada por encima y decir: mamá, me voy que en el colegio tenemos follón y tengo que llegar pronto.. ¡Venga hombre! Soy yo la madre y en esas tres horas me habría dado tiempo a instalar esposas en los reposabrazos de las sillas para que de esa mesa no se levantase ni Dios hasta que no se hubiesen acabado los frutos de mi trabajo! A lo que iba es que son tan rápidos que no te hacen falta esas tres horas: en 3 minutos has hecho la masa y luego en la sartén se hacen a toda pastilla, así que todo son ventajas. Y con sirope de arce por encima...mmm están que te mueres de buenos.

 

Receta

PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com

Ultimamente parece que la forma de enterarse, por lo menos en Madrid, de si es fin de semana sin tener calendario es mirar al cielo: si llueve es sábado, domingo o viernes por la tarde, mientras que si hace 27º y un sol espléndido, es martes, son las tres de la tarde y te toca volver  a trabajar...Conclusión: a mi este tiempo me está tocando un poco...la moral!

 

 

 

 

Pero como dicen que al mal tiempo buena cara, habrá que hacer como mis amigos los ingleses: sacar la tetera, el acento inglés y a disfrutar de una merienda a lo Elizabeth Bennet en Pride and Prejudice. Falta Mr Darcy, pero por ahora habrá que conformarse con un Victoria Sponge con Buttercream de Naranja y Frambuesas. Lo malo es que a este paso, como cada vez que llueva me dé por arrasar con la mantequilla que tengo en casa... esto más que operación biquini va a parecer misión imposible!

 

 

 

 

El bizcocho es, probablemente uno de los más fáciles de mi repertorio y de los que más hago. Además aparece en centenares de libros, pero yo como buena anglófila  fiel a mi querida Nigella, hago la versión que aparece en su primer libro: "How to eat". La receta es ridícula: son dos líneas de instrucciones, pero gracias a los ingredientes (probablemente a la cantidad de mantequilla y la esencia de vainilla), salen unos bizcochos ligeros, sabrosos y PERFECTOS. Es la típica receta "chollo": 1% trabajo, 99% satisfacción, no como esas que tienen una infinidad de pasos, en las que ensucias 3 boles, 4 platos y no sé cuántas cosas más, para que luego la cosa no salga como en la foto... Esas recetas me ponen de mal humor, pero ésta, ésta es UNA JOYA. De hecho, con el miedo que le tiene la mayoría de la gente a la repostería, todo el no iniciado en el arte se pensará que has tardado tres horas en hacer la tarta cuando, en realidad la has hecho en 10 minutos!

 

 

 

 

Al hacer el buttercream ni he medido las cantidades, ni he seguido ninguna receta: he puesto un poco de mantequilla en un bol, lo he mezclado con azúcar glas y rayadura de naranja, con lo cual mi Victoria Sponge es, más bien, una tostada con mantequilla y mermelada refinada (lo suficiente como para que le pusieran el nombre de una reina). Se ve que las reinas de aquella época pasaban del pan Bimbo y solo desayunaban bizcochos con su nombre...

 

 

 

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Victoria Sponge

 

 

225gr harina

225gr azúcar

225gr mantequilla a temperatura ambiente

2 cucharaditas de levadura en polvo

1 cucharadita de extracto de vainilla

4 huevos

2-4 cucharadas de leche entera.

 

 

 

1. Precalentar el horno a 180ºC y engrasar dos moldes de 21cm de diámetro.

2. Echar todos los ingredientes, excepto la leche en el "food processor" y mezclar. Añadir la leche y volver a mezclar.

3. Dividir la masa entre los dos moldes y cocer durante unos 25 minutos, hasta que un palillo que insertemos en el centro salga limpio.

 

 

 

 

 

Viernes 23 de Mayo de 2014 10:24

Al rico helado!

 

Hace unos años pensaba que hacer helado en casa era cosa de profesionales: que habría que tener una mega máquina de 600 euros o algo así, pero el año pasado descubrí las heladeras sencillas y pedí una por mi cumpleaños. Desde entonces parezco publicista de la máquina. Me pasa con todo lo que me gusta: si me gusta un libro, una película o una canción se lo cuento a TODO el que conozco como si me llevase una comisión por incremento en las ventas. Pero es que en un mundo de electrodomésticos inútiles la heladera es una GRAN compra: las venden por unos 50 euros y te evitas viajes al VIPS a horas intempestivas porque se te ha antojado un helado de lo que sea!

 

 

 

 

 

Con las de 50 euros funciona mi querida "excusa de la amortización" (mi excusa para comprarme un electrodoméstico sin sentirme culpable): a 5, 6 o incluso 7 euros la tarrina de Ben & Jerrys, Häagen Dazs y compañía, en cuanto haces unas cuantas tandas de helado (sale más del medio litro tacaño de las tarrinas esas), ¡¡ya la has amortizado!!

 

Por cierto, hablando de cantidades, lo de las tarrinas de helado de 5 kilos que salen en las pelis americanas y que la pobre despechada tiene que llevar a dos manos desde el congelador hasta el sofá porque con una no podría ni Lebron James o alguien similar, ¿son una leyenda urbana o son de verdad?. Porque si existen yo quiero una, y cuando acabe el helado, ¡desecaré el recipiente y lo usaré como artículo de decoración!. Que a mí que soy de comer helado con cuchara grande (comer helado con cuchara pequeña es incluso peor que beber vino en vaso de plástico), las de medio litro me cunden más bien poco.

 

 

Me voy a centrar en los helados de hoy. Todavía tengo que probar a hacer combinaciones "gochas" del tipo: helado de vainilla con trozos de chocolate, chocolate fundido, trozos de galleta y churretones de caramelo, pero como la casa no se empieza por el tejado, habrá que empezar con una buena receta básica de helado de vainilla, y ¿quién mejor que David Lebovitz para eso? La que también probé hace unos meses fue la de helado con bacon confitado que aparece en la página de David y la tengo que volver a hacer porque el bacon confitado debería estar prohibido y venderse en el mercado negro: ES UNA LOCURA - menos mal que hay mucha gente que no lo ha descubierto... De todas formas, la siguiente vez que la haga, en lugar de cortar las tiras de bacon crujiente en trocitos y echarlos al helado, haré el helado y le pondré un chip de bacon confitado por encima - mmmm

 

 

El segundo helado de hoy - en tiempos de crisis no solo los supermercados hacen 2x1 - es uno de mis favoritos: el de "Strawberry Cheesecake". Cualquiera que no tenga heladera, que salga YA a comprársela, que por 50 euros puedes hacer en casa, y con las combinaciones que quieras, helados para hacerle la competencia a Häagen Dazs y compañía y encima son fáciles de hacer (vale, cocer al baño maría removiendo hasta que la mezcla se espesa lo suficiente es un poco coñazo, pero lo mejor es que lo haces un día que tienes tiempo, lo congelas y ¡tienes helado para rato!)

 

Bueno, tengo que reconocer que, aún con heladera, sigo haciendo viajes al VIPS y el otro día probé un helado de galletas "speculoos" que te puedes morir de bueno, así que lo siguiente será hacer galletas speculooos y un helado con ellas...

PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Helado de vainilla

 

250ml leche entera

una pizca de sal

150gr azúcar

1 vaina de vainilla

500ml de nata (35% mat. grasa)

5 yemas de huevo

1 cucharada de extracto de vainilla. Yo no lo eché porque ya llevaba la vaina..

 

 

1. Calentar la leche, la sal y el azúcar en un cazo. Extraer las semillas de la vaina de vainilla e incorporarlas, además de la vaina vacía, a la leche. Cubrir, retirar del fuego y dejar infusionar durante una hora.

2. Verter la nata en un bol colocado encima de otro bol con agua fría y hielo.

3. En otro bol batir las yemas de huevo. Recalentar la leche. Añadir la leche a las yemas, poco a poco y removiendo con un batidor constantemente. Devolver la mezcla al cazo y cocer a fuego lento, removiendo, hasta que la mezcla tenga la consistencia suficiente para cubrir la parte trasera de la cuchara.

4. Colar esta mezcla sobre la nata, remover hasta que se enfríe la mezcla, añadir el extracto de vainilla y refrigerar, preferiblemente durante al menos 12 horas.

5. Verter la mezcla dentro de la heladera y seguir las instrucciones del fabricante.

 

 

 

 

 

 

 

 

Helado de Strawberry Cheesecake

 

480ml de "half-and-half": mitad del volumen de nata y mitad de leche

1/2 vaina de vainilla o 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

115gr de queso philadelphia

60gr de yemas de huevo

130gr azúcar

fresas cortadas en trozos (cantidad al gusto)

trozos de galleta digestive

 

 

1. En un cazo a fuego medio-alto, hervir la mezcla de nata y leche con la vaina de vainilla. Retirar del fuego, extraer la vaina de vainilla, extraer las semillas e incorporar a la leche y la nata.

2. Mientras tanto, en un bol mezclar el queso, las yemas y el azúcar y batir durante unos dos minutos.

3. Poco a poco añadir a esta mezcla la de leche y nata caliente, removiendo constantemente para que no se cuaje.

4. Calentar la mezcla resultante al baño maría hasta que espese lo suficiente como para cubrir la parte trasera de la cuchara con la que se remueve.

5. Inmediatamente retirar la mezcla del fuego y remover para enfriarla. En este punto añadir el extracto de vainilla si se emplea en lugar de la vaina de vainilla. Añadir los trozos de fresas.

6. Refrigerar durante, al menos, 12 horas.

7. Pasadas las 12 horas, verter la mezcla dentro de la heladera, añadiendo trozos de galletas digestive y seguir las instrucciones del fabricante.

 

 

 

La verdad es que cuando me pidieron que hiciera una bavarois no me hizo mucha ilusión. En general no me hace mucha gracia la gelatina porque me parece que hace que las mousses parezcan más....sintéticas. Además se me ocurrió abrir el Larousse de los Postres y vi unas fotos de unas bavarois de castañas o algo así - vamos, que de un color de todo menos apetecible, en moldes en forma de anillo (como un gran donut), con churretones de nata y una guinda encima de cada churreton de nata-, en plan "estética años 80", la época de los melenoncios raros y los looks rockero-cutres o, según se mire, la época de dar rienda suelta al lado hortera de cada cual.

En este punto no andaba yo muy animada con la idea, pero como donde manda patrón no manda marinero, me puse a buscar una alternativa más a mi estilo.

En principio intenté buscar alguna tarta que incluyese un componente de bavarois porque el mes de abril es el maratón de los cumpleaños en mi familia, así que en mayo o nos ponemos todos a comer ensaladas y macedonia o a julio llegamos rodando justo a punto para la primera prueba del biquini.

Como había que dar por el gusto al patriarca, me decidí por una tarta de nueces,que le encantan y, al tratarse de su cumple tiré la casa por la ventana y saqué una de mis preciadas vainas de vainilla que guardo como oro en paño. Cómo me gustan los puntitos negros que dejan... La base es la que hago para la típica tarta de limón con merengue y entre la base y la bavarois de vainilla puse unas nueces y un caramelo con una pizca de sal - menos de lo normal para no matar el sabor de la vainilla.

El resultado final me ha medio convertido al mundo de las bavarois: todavía tengo pesadillas con las de estilo retro, pero tengo que reconocer que quedó con la consistencia perfecta y tenía el sabor a vainilla auténtica que le daban mis queridos granitos negros. Además incorporé la bavarois en una tarta con la base y las nueces crujientes porque me gusta que los postres tengan distintas texturas: NADA DE CHURRETONES DE NATA SOBRE UNA BAVAROIS!!.

Completé la producción con esta tarta de zanahoria, de la que ya había hablado en el blog y unos cupcakes de vainilla y trocitos de chocolate y buttercream de vainilla. Vamos que ayer estaba yo con la fábrica en plena producción, como los pasteleros de Formentor haciendo roscones el 5 de enero. De hecho la mayoría de la gente no entiende cómo le puede gustar a alguien "pegarse semejantes palizas". Pues porque a los aficionados a la repostería y a la cocina nos encanta cebar al personal y nos da un subidón cuando alguien prueba algo y te dice lo bueno que está o, mejor aún, te pide la receta!

 

 

 

Tarta de nueces, caramelo y bavarois de vainilla

Base

 

105gr harina

43gr azúcar glas

medio huevo

1/4 vaina de vainilla

63gr mantequilla

13gr almendras molidas

1/2 cucharadita de sal fina

 

1. Tamizar la harina y el azúcar en dos boles separados. (Yo me niego a hacer esto, me parece manchar por manchar)

2. Cortar mantequilla en trozos y amasar con una cuchara para ablandarla. Añadir el azúcar, las almendras, la vainilla, el huevo y la harina y remover todo bien.

3. Formar una bola y refrigerar durante al menos 2 horas.

4. Pasado ese tiempo, precalentar el horno a 190ºC, untar con mantequilla el molde (en mi caso por las cantidades uno de unos 15cm de diámetro).

5. Extender la masa y colocar en el molde.

6. Cubrir la masa con papel sulfurizado y legumbres y cocer así durante unos 18 minutos. Pasado ese tiempo, retirar el papel y las legumbres y cocer otros 10 minutos o hasta que la masa esté dorada.

7. Sacar del horno y dejar enfriar.

 

Bavarois de vainilla

 

133gr leche entera

una vaina de vainilla

2 yemas de huevo

33gr azúcar

2 hojas de gelatina

133gr nata (35% mat grasa)

 

1. Poner la leche y los granos de la vaina de vainilla en un cazo y calentar a fuego medio hasta que hierva. Mojar las hojas de gelatina en agua fría.

2. Batir las yemas de huevo con el azúcar.

3. Cuando la leche esté hirviendo echar poco a poco en la mezcla de las yemas, batiendo todo el rato para evitar que se cuaje. Pasar a un bol sobre un cazo con agua hirviendo y calentar, removiendo, hasta alcanzar los 84ºC. En este momento se añaden las hojas de gelatina, se remueve bien y se retira del fuego.

4. Batir la nata hasta que forme picos, incorporar a la mezcla cuando se haya enfriado hasta unos 30ºC, verter sobre el molde (un anillo o un molde circular) y refrigerar durante, al menos, 12 horas.

 

 

Caramelo

 

100gr azúcar

100gr nata

sal (al gusto)

70gr mantequilla en dados

 

1. Calentar el azúcar hasta obtener un caramelo oscuro.

2. Calentar la nata.

3. Verter la nata sobre el caramelo removiendo bien para que no se solidifique por el cambio de temperaturas.

4. Añadir la mantequilla fria con el batidor de varillas y la sal.

5. Dejar enfriar.

 

 

 

 

Montaje de la tarta

 

Colocar sobre la base unos 80gr de nueces tostadas anteriormente. Verter el caramelo hasta que quede a un nivel ligeramente inferior al de las paredes laterales de la base. Finalmente colocar el disco de bavarois encima y unas nueces encima para decorar.

 

 

 

 

 

 

 

 

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