Introducción
Cohesión social
Equivalencia posicional
Otros criterios
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Introducción
En el artículo anterior describíamos algunas medidas típicas de las redes relacionadas con la conectividad global de la red y la posición de los actores. En el presente artículo introducimos procedimientos analíticos para identificar subgrupos, con sus peculiaridades, dentro de la red social de una organización.
Disponemos de dos aproximaciones diferentes, aunque complementarias, en la tarea de aflorar subgrupos dentro de una red. La primera aproximación, relacional o de cohesión social, se basa en la cohesión de los subgrupos, resultado de las relaciones directas e indirectas entre los actores. En esta aproximación, el criterio seguido para la asignación de los actores a un subgrupo son las conexiones directas o indirectas existentes entre ellos. La segunda aproximación, equivalencia estructural o posicional, la agrupación de los actores no se realiza por la existencia de relaciones entre ellos, incluso en algunos casos inexistentes, sino por la forma en que están conectados con otros actores. El principio subyacente es la similitud de los patrones de conexión de los diferentes actores, frente a la cohesión de sus conexiones de la aproximación relacional.
Figura 1. Diferentes subgrupos en una red social
Cohesión social
Dentro de una red existen grupos de actores con más interacciones entre ellos que con el resto de los otros actores de la red. Es importante identificar estos grupos, examinando si existen atributos comunes u otros principios, que permitan dar razón de porque presentan mayor cohesión en sus relaciones entre ellos al compararlos con los otros actores de la red. Esta no es una tarea obvia, a veces sutil, donde encontramos gran diversidad de situaciones. En algunos casos los actores forman grupos abiertos y no tienen inconveniente en ser identificados como grupo, dándose una mayor o menor conciencia como tal grupo. En otros casos, sin embargo la ocultación es consustancial a su conducta (grupos terroristas, bandas de delincuentes, etc).
Comenzaremos por las definiciones más exigentes de interacción para su consideración como subgrupos, e ir relajando las condiciones para su agrupamiento.
Cliqués (camarillas): Son grupos especiales, completamente conectados, en los que cada miembro debe tener relación directa con cada uno de los otros miembros. Es la estructura que está más fuertemente cohesionada. Se le considera la columna vertebral de la red. En la Figura 1 vemos que los nodos 1,2,3, y 4 están conectados entre si, formando un 4-Cliqué. Por otra parte los nodos (3,4,5), {7,9,10} y {7,8,10} forman 3-Cliqué. Los actores de una red pueden pertenecer a diferentes cliqués
Figura 2. Varios cliqués
k-plexos: Este tipo de subgrupos reduce la exigencia de los cliqués y considera la formación de un k-plexo cuando cada uno de los actores que forman el subgrupo esta conectado a todos los demás menos a k actores. Es decir en el caso de 1-plexo, el subgrupo muestra conexiones entre todos los actores excepto a si mismo. En ese caso estaríamos ante un cliqué. Si fuera un 2-plexo cada actor estaría conectado con todos los demás excepto a uno de ellos, y así mismo. En la Figura 1, {7,8,9,10} forma un 2-plexo. Mediante los k-plexos podemos ir relajando la exigencia de formación de subgrupos e ir descubriendo agrupaciones con menor grado de cohesión
Circulo social: Subgrupo integrados por actores con distancias cortas de conexiones indirectas. No existen en general sensación de pertenencia, ni consciencia de grupo. Los límites del grupo son difusos, por lo que se trata de grupos emergentes y poco institucionalizados. Los cliqués sirven de base para facilitar la identificación de los círculos sociales. Tal como hemos visto anteriormente, los actores pueden pertenecer a diferentes cliqués, su solapamiento sirve de mecanismo para ir integrando los cliqués en unidades mayores en función del porcentaje de solapamiento (arbitrario) que hayamos estimado conveniente.
En la figura 3 se han integrado los siguientes cliqués (1,2,8,9), (5,6,7,8), (5,6,8,9), (1,7,8), (2,3,8), (3,4,5), (4,5,9).
Figura 3. Circulo social en el que se ha integrado diversos cliqués
K-núcleos. Un núcleo de grado k es un subgrupo donde sus actores se relacionan con al menos otros K actores dentro del subgrupo.
Facciones. Veíamos que en los subgrupos descritos en los párrafos anteriores los actores podían pertenecer simultáneamente a diferentes subgrupos (cliqués, plexos, etc) e igualmente existían actores que no pertenecían a ningún subgrupo. Otra aproximación a la formación de subgrupos consiste en organizar la red de tal manera que todos y cada uno de los actores pertenezcan a un único subgrupo. Es necesario para realizar la partición determinar a priori el numero de subgrupo en los que deseamos dividir la red. También será necesario alguna medida de la eficacia con la que se realiza la asignación y conocida como función de coste. Una medida podría ser, por ejemplo, la densidad. En ese caso la partición debería hacer máxima la densidad en cada grupo.
Equivalencia posicional
Esta aproximación se fundamenta en la estimación de la similitud o equivalencia de las relaciones de los actores con otros actores dentro de la red social. El análisis de la equivalencia de las posiciones dentro de una red social tiene mucho que ver con el concepto sociológico de rol social. El rol de marido es indicativo de una similitud relacional de los maridos dentro de la red familiar, al igual que el rol de profesor es indicativo del parecido relacional de cada profesor con sus alumnos en un centro de formación. El nivel de equivalencia denota relaciones con intereses comunes con los actores similares (padres respecto a hijos) al igual que también potenciales conflictos de competencia; por ejemplo productores agrícolas minoristas que suministran a un mayorista.
En función del nivel de exigencia y abstracción en el grado de similitud distinguiremos tres tipos de equivalencia estructural, auto-mórfica y equivalencia regular.
Equivalencia estructural: Dos actores son estructuralmente equivalentes si tienen las mismas relaciones con todos los otros actores. Dos actores son estructuralmente equivalentes, cuando están conectados de manera idéntica al resto de los miembros de la red y, por tanto, son sustituibles el uno por el otro.
Para agrupar los actores de una red social en función del grado de equivalencia estructural se utiliza el método “CONvergence of iterated CORelations”. CONCOR esta basado en la convergencia de una iteración de correlaciones entre filas y columnas de la matriz relacional cuyo resultado final es una matriz de solo +1 o -1. Lo que permite dividir la matriz en dos partes. Repitiendo el procedimiento obtendremos un agrupamiento jerarquico (dendograma) de los actores en función de su grado de similitud (Figura 4)
Figura 4. Dendograma de equivalencia estructural en un grupo alumnos
Equivalencia auto-mórfica: Dos actores son equivalentes auto-mórficamente si se pueden intercambiar sin que cambie ninguna de las propiedades del grafo. Deben de tener el mismo número de conexiones y estar conectados a otros actores también equivalentes.
Equivalencia regular
Dos actores son regularmente equivalentes si están relacionados de forma parecida con actores diferentes de la red social, es decir, desempeñarán papeles similares en diferentes subgrupos de la red social. Por ejemplo dos madres son equivalentes por sus relaciones parecidas con maridos, hijos y parientes
Figura 5. Diferentes tipos de equivalencia
Otros criterios
Además de las propuestas anteriores en la identificación de subgrupos existen otros criterios que permiten la agrupación de actores clave por su significación para la red social. El criterio optimiza algún desempeño tal como maximizar el desbaratamiento de la red, en el caso de una red criminal o la difusión eficaz de mensajes dentro de la redes de clientes en el lanzamiento de un producto nuevo.En artículos posteriores analizaremos algunos de estos retos.
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