Para todas los profesionales y aficionados a este deporte, St. Andrews es la “catedral del Golf”. En St Andrews el espíritu y la tradición le envuelven a uno en un estado de emoción al saber que por sus “calles” han jugado los mejores profesionales del mundo a lo largo de su larga existencia. No solo por ser la cuna donde comenzó este deporte, según algunos historiadores, sino por los campeonatos que se han celebrado de siempre en su “Old Course”, sigue siendo uno de los clubs más prestigiosos del mundo. Para algunos de nosotros sin duda el “number one”. Se dice que hay un antes y un después de jugar en este mítico campo. El primer campeonato abierto fue jugado en St Andrews en 1873. Como iremos viendo en este artículo ha sido la referencia para muchos de los aspectos relacionados con el golf a nivel mundial.
Para cubrir la gran demanda que existe para jugar en este prestigioso club, a lo largo del tiempo se han ido construyendo otros campos. En St Andrews hay 99 hoyos que se corresponden con 5 campos de 18 hoyos (Old, Strathtyrum, Balgove, New y Eden) y uno de 9 hoyos (Balgove).
Al igual que otros convencionalismos a lo largo de la historia del golf, la estandarización de campos a 18 hoyos no fue fácil y como en muchos otros casos, le debemos el modelo de 18 hoyos a St. Andrews.
Hasta principios del siglo XX, era común encontrar campos de golf con 22, 19, o 15 hoyos. Hacia 1764, St Andrews modificó su campo de 22 a 18. Originariamente el Viejo Campo tenía veintidós hoyos. Para completar un hoyo, el jugador colocaba la bola a una distancia de dos longitudes del palo del punto de partida, haciendo un hueco en la arena con la mano para formar el tee. En la sociedad de Golfistas St. Andrews, que después se convirtió en el Antiguo y Real Club de Golf, decidieron que algunos hoyos eran demasiado cortos y los combinaron. Esto redujo el campo a dieciocho hoyos y creó lo que se convirtió en el recorrido estándar de golf por todo el mundo.
Aprovechando mi paso por Escocia dada mi gran afición por este deporte no podía pasar la oportunidad de visitar y jugar en la catedral del golf (realmente este era el objetivo de mi viaje).
Hace muchos años visite el pueblo de St. Andrews del cual me ha vuelto a impresionar las ruinas de lo que fue el centro religioso de escocia. En el año 1.160 D.C. comenzó la construcción de la catedral de St. Andrews, de 320 pies de largo y que fue posteriormente ampliada hasta los 391 pies, siendo en su época la segunda iglesia más grande de Gran Bretaña (sus ruinas espectaculares todavía pueden verse hoy).
Pues bien, con un tiempo atmosférico magnífico pude pisar las legendarias calles, greenes, enclavados en las dunas del Mar del Norte del Old Course, en donde todas las leyendas del golf han jugado en el tradicional British Open, desde Palmer hasta Nicklaus . Aquí se ha jugado al golf desde el año 1.400.
Allí sobre el “Swilken Bridge” (el puente mas fotografiado en la historia del golf), culminé una de las mayores ilusiones que he tenido desde que comencé a saborear la afición por este deporte. Desde él pude imaginar partidos memorables sobre sus calles, recordar golpes magistrales que hemos visto en las retransmisiones del Open Británico. Fue una agradable sensación que espero repetir y por supuesto no perdí la oportunidad de saborear en el “hoyo 19” una buena cerveza escocesa.
Os animo a visitar tanto el pueblo como el Old Course (seguro que agradeceréis mi recomendación)
Fernando Martín.- "Enganchado al golf desde 1998"