Lunes 29 de Enero de 2018 18:42

MI ETAPA POLITICA (Segunda Parte)

por Juan Alarcón Montoya
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Poco después, en una reunión de la Ejecutiva de la FPS, planteé por qué no nos uníamos al PSOE, a lo que tanto Raventós como Barón me contestaron algo parecido a que Felipe era un niñato y que no valía la pena. Sin embargo, unos meses después, poco antes de las elecciones de junio de 1977, ambos negociaron e integraron a sus organizaciones en el PSOE, sin contar para nada con el resto de la FPS.

En ese momento nos quedamos descolgados las restantes organizaciones federadas de la FPS, que en ese periodo habíamos progresado hasta convertirnos en partidos políticos legalizados: el PS de Galicia, el PS de Andalucía, el PS del País Valenciá, el PS de la Región Murciana, el PSD de Aragón, el PS de Asturias, el PS de Mallorca, el PS de Canarias, el PS de Extremadura, y nos vimos abocados a pactar de prisa y corriendo una Coalición Electoral con el Partido Socialista Popular de Tierno Galván. A esos efectos nos reunimos en el despacho de abogados de Raúl Morodo y allí acordamos unirnos en la Coalición Electoral “Unidad Socialista”, que firmé en representación del Partido Socialista de la Región Murciana (PSRM) y presenté en las Cortes ante Tomás F. Romojaro, Secretario de las mismas.

En la primavera de 1977, en una de las últimas reuniones de la Ejecutiva de la FPS en la que todavía estaba el PS de Cataluña recuerdo que, dado que al estar yo en Madrid no controlaba a mi partido, el PSRM, y la USO, en la que me apoyaba para crecer en mi ausencia de Murcia, a la que ya iba menos por estar casado, había metido a una serie de impresentables como el Ñoño, Cebrián, el Rojo,… y éstos estaban controlando el Partido, que no avanzaba adecuadamente, le dije a Joan Raventós, a quien yo tenía como un referente moral, que estaba pensando pedir tres meses por asuntos propios sin sueldo e irme a Murcia a levantar el Partido, a lo que me aconsejó que no lo hiciera, que a veces esos sacrificios personales no eran recompensados en política. Y lo tuve en cuenta y no lo hice. Después he pensado que no sé si por esas fechas ya tenía previsto integrarse en el PSOE.

Efectivamente, el PSRM iba a la deriva, se había nombrado un Secretario General que era un trabajador del metal, honesto pero sin demasiada base ni capacidad de liderazgo: Ambrosio Garre, y no había ningún componente intelectual entre su militancia.

Como se aproximaban las elecciones, y me iba a ir a Murcia a presentarme en la Coalición Unidad Socialista (PSP-PSRM), solicité un permiso de un mes por asuntos propios a esos efectos y me llamaron de Personal de Presidencia para decirme que había otros funcionarios que se presentaban por otros partidos y ninguno había solicitado ese permiso. Y yo les repliqué que sin él no me iba porque me podían abrir expediente por abandono de servicio, con lo cual provoqué que el Subsecretario firmara una Resolución concediendo permiso, por el tiempo de la campaña, a todos los que se presentaran.

Resuelto este tema, y dejando en Madrid a mi esposa en avanzado estado de gestación, dado que trabajaba, me fuí a Murcia y, cuando llegué a la sede del PSP para iniciar la campaña, no habían pensado en nombrar un Director de la Campaña Electoral y me ofrecí a desempeñarlo y a partir de ahí me ocupé de la Campaña.

En primer lugar, había que elaborar la lista de candidatos y, por nuestra parte, propusimos a Francisco Estrada Moreno, ebanista de El Palmar, Julia Bascuñana Moreno, Asistente Social, a mí, funcionario también de El Palmar, y a Jesús García Jiménez, pintor decorador.

Con lo que la lista definitiva al Congreso de los Diputados quedó integrada por:

1.- Francisco Pérez Mayo por el PSP, Farmacéutico de Calasparra y Secretario General del PSP en Murcia.

2.- Francisco Estrada Moreno, Ebanista de El Palmar y militante de USO y del PSRM.

3.- Julia Bascuñana Moreno, Asistente Social, militante de USO y del PSRM y Presidenta de la Federación Provincial de Asociaciones De Vecinos de Murcia.

4.- Luis Casalduero Campoy, del PSP, Licenciado en Derecho y Técnico de Radiodifusión de Radio Popular de Lorca.

5.- Juan Alarcón Montoya, de El Palmar, Licenciado en Derecho y Técnico de Administración Civil del Estado, Fundador de la USTA y del PSRM y fundador y primer Presidente de Diógenes.

6.- Antonio Jesús Sánchez Ramos, del PSP, Maestro de Escuela de Cieza.

7.- Jesús García Jiménez, Pintor decorador, del PSRM.

8.- Francisco Guillén Castaño, del PSP, Panadero de Yecla y militante de la USO.

9.- José Ruiz Sola, Albañil de los Dolores y militante de los Movimientos Obreros.

Para el Senado los tres candidatos eran del PSP:

- Gabriel Pinazo Núñez, Profesor de E.G.B. de Murcia.

- Huberto Sanz Benítez, Médico de Murcia.

- Francisco Rodríguez López, Catedrático de la Universidad de Murcia.

Y aún más: para evitar que las leyes que emanasen de un Congreso democrático fuesen bloqueadas por un Senado antidemocrático, se hizo un acuerdo con el PCE para apoyar la votación de Gabriel Pinazo, de Unidad Socialista, y de Francisco Cuervo, independiente presentado por el PCE.

Resuelto el problema de las listas, acometimos la campaña electoral, en la que nos gastamos unos cuatro millones de pesetas, frente a los cuarenta que invirtió el PSOE.

Tras una intensa campaña electoral, cerramos con un mitin de Tierno en el Murcia Parque con un lleno absoluto y al que asistió como espectador el líder del PSOE por Murcia, Ciriaco de Vicente, Inspector de Trabajo enviado por Madrid para potenciar la candidatura del PSOE en Murcia, quien al verme me dijo: “Juan, ¿por qué no te vienes con nosotros?”, cosa que sí habían conseguido con algún integrante de nuestro Partido antes del inicio de la campaña electoral.

De hecho, tras 3 meses de negociaciones, José Muñoz Camacho (Presidente del PSRM), José Cebrián Buendía, José Antonio Bordes Vila (Noño) de la USO de Bazán de Cartagena, y Juan Rojo Gallego, secretario de prensa, firman el 30 de abril de 1977 con los representantes del PSOE de Murcia, Angel Alvarez Castellanos (Presidente), Pedro Díaz Saéz, Fernando Valderrama y Andrés Hernández Ros (secretario de organización), un acuerdo de fusión que no es aprobado por la Asamblea General del PSRM, celebrada el 27 de abril de 1977 en Espinardo, que decide, por el contrario, ir en coalición electoral con el PSP. Los firmantes, más José Saura Sánchez y José Ignacio García Murcia, abandonan el PSRM y se integran en el PSOE, de donde un año después son expulsados.

Los resultados de las Elecciones fueron los siguientes:

Unión de Centro Democrático (U.C.D.) obtuvo 179.630 votos y 4 escaños.

Partido Socialista Obrero Español (PSOE): 154.539 votos y 4 escaños.

Alianza Popular: 30.161 votos.

Partido Comunista de España (P.C.E.): 29.935 votos.

Unidad Socialista (PSP-PSM): 22.345 votos.

Tras estos resultados y en una Asamblea del Partido Socialista de la Región Murciana (PSRM) realicé un análisis y comparé el proceso electoral con una campaña de marketing en la que el sistema electoral aboca al dominio de dos partidos, como si fuese la elección entre dos marcas de electrodomésticos: la Westinghouse americana, que apoyaría a la UCD y la Kelvinator alemana, que daría el apoyo socialdemócrata al PSOE, por lo que concluí que en esos momentos no había opciones para un Partido de corte regional como era el PSRM, por lo que yo me volvía a Madrid y dejaba el PSRM para ingresar en el PSP y esperar a su futura unión con el PSOE y les aconsejaba negociar su integración en el PSOE de Murcia, cosa que realizaron tras unas breves negociaciones, dando así nombre a este: PSRM-PSOE.

Al regresar a Madrid ingresé en la Agrupación de Argüelles del PSP, ya que yo vivía en la Calle Víctor Pradera, y pasé a formar parte de la Ejecutiva de esa Agrupación y viví en ella el traumático proceso de integración del PSP en el PSOE, porque el sentir manifestado en las asambleas de las Agrupaciones era contrario a una integración precipitada en el PSOE, como la que se realizó ante la proximidad de unas nuevas elecciones.

Los partidarios de la integración y principales beneficiarios de la misma, ya que se aseguraron puestos de salida en las futuras candidaturas fueron entre otros: José Bono, Donato Fuejo, Pedro Bofill,…, que convencieron al “Viejo Profesor” de que la deuda electoral de unos 80 millones de pesetas que arrastraban desde las elecciones de 1977 y que el PSOE estaba dispuesto a asumir les obligaba a negociar e integrarse en este Partido. Y así ocurrió en abril de 1978, relegando Alfonso Guerra a Enrique Tierno al papel de candidato a la Alcaldía de Madrid en las elecciones de 1979, que ganó, abriendo paso así a la llegada del socialismo a las instituciones públicas.

Verificada la integración, hubo alguna propuesta de mantener el PSP, a lo que yo respondí que el PSP era Tierno y sin él no existía, por lo que me decidí a aceptar la invitación que me realizó la Agrupación del PSOE de Moncloa para recoger el carnet de afiliado de esa Agrupación, pero cuando llegué a la sede me encontré en el portal con mi antiguo compañero de la FPS y delegado en Madrid del PSC, marido de Carmen Mestre, Andreu García de la Riva, que era militante desde hacía un año del PSOE, que me interpeló diciéndome: “Tú dónde vas, con la cantidad de millones que le has costado al PSOE?”. A lo que yo respondí: “A lo mismo que tú, solo que un año después”. Pero me causó tal indignación el reproche y la mala acogida de alguien que nos había traicionado en el pasado y que en vez de darme la bienvenida me veía como un enemigo, que dí media vuelta y me fuí a casa sin recoger el carnet del PSOE.

En esos momentos mi hija Sandra tenía unos meses y requería mi atención y yo no necesitaba la política porque tenía mi profesión de funcionario y, al parecer, la política no me necesitaba a mí. Ahí abandoné la política activa y no regresé a ella hasta que, tras el 23 F, ví que mi concurso era necesario de nuevo porque los políticos por sí solos no habían conseguido lograr una democracia estable y consolidada en nuestro país. Pero lo hice colaborando con el PSOE como independiente, como tantos otros miles, que conseguimos así la victoria electoral del 28 de octubre de 1982 que consolidó la democracia en España. Y en 1984 decidí darme de alta como militante, a pesar de que, como me dijo Carlos Solchaga, no me iba a servir de nada, más bien al contrario. Y, efectivamente, tenía razón, porque el PSOE ya tenía todos los puestos cubiertos y, como dije en el homenaje por mi jubilación: “había que tener mucha ambición personal o mucha necesidad para abrirse paso a codazos, y ese no era mi caso”.

En cualquier caso, mi residencia en Madrid y mi plena dedicación a la Administración dificultaban el poder jugar políticamente y ello sólo habría sido posible si hubiese fructificado alguna de las tres oportunidades en que pude ir destinado a Murcia para un cargo político-administrativo: la 1ª cuando, tras la dimisión de Andrés Hernández Ros, Pepe Molina le propuso mi nombre al que le sucedería como Presidente, Carlos Collado, para el cargo de Consejero de Presidencia y éste le contestó que en Murcia no me conocía nadie y nombró a Pepe Méndez. La 2ª cuando el Ministro del Interior, José Barrionuevo, me iba a nombrar Delegado del Gobierno en Murcia, pero cesó y le sustituyó Corcuera, que nombró a Eguiagaray. Y la 3ª cuando me entrevisté con Pedro Saura, siendo él Secretario General del PSOE murciano, en el Hotel Suecia de Madrid y, tras ver mi curriculum y mi disposición a ocupar el puesto, me dijo que no le iban a consultar, cuando ya había propuesto a un Catedrático de la Universidad de Murcia amigo suyo para el cargo.

También lo intenté en 1998, apoyando activamente, en las primeras primarias que se realizaron en el PSRM-PSOE murciano, a Antonio Martínez Ovejero frente al candidato del aparato, el ciezano Ramón Ortiz Molina, que ganó por 6.355 votos frente a 2330.

Desde que ingresé en el PSOE en 1984, y dada mi dedicación a la Administración como directivo profesional, he sido un militante de base que no ha querido ocupar ningún puesto orgánico, tanto en la Agrupación de Vallecas Villa cuando residía en Santa Eugenia como en la posterior de Retiro, eso sí apoyando todos los procesos democratizadores del Partido tanto internos -primarias- como externos de apertura a la sociedad y manteniendo siempre mi independencia de criterio y de voto respecto de cualquier facción, por eso era calificado como la minoría respetable y era elegido como Presidente de Mesa en las Asambleas para intentar evitar mis críticas constructivas.

Juan Alarcón Montoya

Juan Alarcón Montoya

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