Este campo de golf está ubicado en un enclave único, al noroeste de la Comunidad de Madrid, muy cerca del Monasterio de El Escorial, en la vertiente suroriental de la sierra de Guadarrama y al pie de Monte Abantos.
He tenido la fortuna de jugar en varias ocasiones en este emblemático campo, en el que además de resaltar la espesa vegetación y sus milenarios árboles, tiene un gran atractivo como es la de jugar varias de sus calles viendo al fondo el impresionante Monasterio del Escorial, lo que le da un aspecto realmente único.
Desde que se accede por la puerta principal ya se aprecia la belleza de este campo legendario.
En primer lugar quiero agradecer a los responsables del campo: su Gerente Enrique Gil, Fernando Blanco Responsable Deportivo y a Mario Arribas Caddie Master, por su profesionalidad y lograr que el campo esté siempre en perfectas condiciones de juego.
Me gustaría resaltar el hoyo 8, a medida que vamos jugando por la calle vamos teniendo una visión cada vez mayor del impresionante Monasterio, se dice en broma que es la “casa Club del campo de golf”.
Otro hoyo singular es el nº 7, un par tres de 138 m. en donde es habitual poner el premio a la bola más cercana o el 13 en donde Mercedes regala un coche en campeonatos oficiales si hacemos un “hole in one”.
Este campo esta al pie del monte Abantos que condiciona el juego, concretamente en el green. Se dice que la caída en casi todos los greenes está alineada con este monte, por ello a la hora de calcular la caída de la bola al patear, tendremos que tener en cuenta donde está situado este monte.
La primera parte del campo sufrió una transformación en el año 2.000, que realizó el prestigioso diseñador José Gancedo. Esta remodelación respetó el robledal y el bosque autóctono y modernizó tees, greenes y bunkers, además de crear lagos en los hoyos 1 y 4. Estos lagos ubicados en sitios estratégicos le dan un mayor atractivo paisajístico, así como la de motivar en el juego al tener que arriesgar.
Un campo magnífico que todo aficionado al golf debería jugar alguna vez.