Era una asignatura pendienteque tenía desde hace muchosaños, la de poder jugaren un campo tan exclusivo como es el Real Clubde Golf Puerta de Hierro. Era el único que me quedaba por conocer de la Comunidad de Madrid. Este campo está enclavadoen una de las zonas más exclusivas de lacapital. Una vez que crucé la barrera dela entrada del club, sentí una gran satisfacciónya que me parecía increíble que pudiera estarallí. Pensar que un club en donde sus socios sonmiembros de la realeza, adinerados empresarios,millonarios y destacados miembros de lapolítica española e internacional, sin olvidar a lasfamilias más tradicionales de nuestra sociedad,mehacía sentirme un gran afortunado. El Club no admite socios desde 1987 y no hay lista de espera. Sólo se puede entrar con invitación y acompañado por un socio.
Pero el Club no siempre estuvo en Puerta de Hierro ni el golf fue su principal actividad. Su idea nació en 1895, cuando un grupo de nobles, capitaneados por Carlos María Fitz-James Stuart, XVI Duque de Alba (bisabuelo del actual), y apoyados por Alfonso XIII, decidieron crear un club de polo, al estilo de los “country clubs” británicos. Pocos años después, en 1904, se construyó su primer campo de golf (el que los socios llaman “el de Arriba”), diseñado por Harry S. Colt, artífice de los más importantes campos del mundo. En 1909, el Rey Alfonso XIII cedió entonces algunos terrenos de su propiedad, cerca del Monte de El Pardo, para ubicar sus actuales instalaciones, y pasó a llamarse Real Club de la Puerta de Hierro. Los socios celebraron en el 2014 el centenario de la inauguración definitiva, culminada en 1914.
Primeras fotos de jugadores en el Real Club de
Golf Puerta deHierro a principios del siglo XIX
La casa social con esa arquitectura tradicionalme recordaban los míticos clubes de golf que visité enGran Bretaña y Escocia.
Este Club cuenta con dos campos de golf el de “arriba” y el de “abajo”.
Desde las calles del campo de arriba por su altitud en algunas zonas se pueden ver varias de las calles del Club de Campo y Villa deMadrid y también del campo dela Federación Española de golf.
Realmente fue una experiencia “mística”que nunca olvidaré.