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Viernes 12 de Junio de 2015 16:59

El día en el que el patito feo se convirtió en cisne

por Ana Martínez Arce
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Esto de los dulces es como la vida misma: lo que importa es que el interior esté bueno, pero que la cosa entre por los ojos siempre ayuda, así que el otro día decidí poner todo guapo a mi humilde bizcocho de plátano requete-socorrido que acabo haciendo todas las semanas para aprovechar plátanos MUY maduros, bien sea en forma de cake o en forma de magdalena. Últimamente, emulando a la gran Nigella, he llegado hasta a congelar plátanos a puntito de pasar a mejor vida. Lo que pasa es que de vez en cuando soy un poco tonta y en lugar de pelarlos antes de congelarlos los meto tal cual en el congelador. Al sacarlos y dejarlos descongelar no es que la piel se quite mal, que se quita de maravilla, pero lo de dentro parece un gusano de estos asquerosos que salen cuando llueve, pero en blanquecino... Como no soy escrupulosa, lo echo en la masa y me quedo tan ancha, y además el bizcocho sale igual de bueno, pero seguro que Nigella los congela pelados.

La razón de vestir de largo y añadir algún que otro complemento a un bizcocho simple, pero rico, es que estos días he decidido hacer bizcochos para desayunar pero con algo más de gracia de lo habitual. Obviamente lo primero que hay que hacer para engalanar un bizcocho es escoger un vestido, así que elegí un molde de bundt cake de silicona que compré hace un año en una tienda de estas que es como las de los chinos que utilicé un día y no he vuelto a tocar. Los moldes de silicona, a pesar de ser el furor últimamente a mí no me acaban de convencer, pero como no está el bolsillo como para desembolsar 30 euros como mínimo en uno nuevo metálico, decidí probar con éste. Esto de los moldes es un vicio y yo intento controlarme, pero ya no me hacen ilusión los zapatos, camisetas y vestidos(bueno sí, pero algo menos que antes), ahora me pongo como loca cuando por mi cumple me regalan un soplete, un aro o un corta pastas aunque sea de 50 céntimos y ahoraen lugar de pedirles a los Reyes un bolso les pido una máquina para hacer pasta fresca, así que como para dar rienda suelta a mi furia compradora...

Elegido el vestido, pasemos a los complementos. Los complementos fueron un poco lo que se me ocurrió sobre la marcha y de hecho ni apunté cantidades, pero como el resultado final es el desayuno perfecto, así tengo excusa para hacerlo la semana que viene. Por encima, el típico glaseado de azúcar glas y una gotita de leche que queda de lujo cayéndose por los surcos del bizcocho. Lo malo es que empiezas echándolo encantada: ay qué blanquito me ha quedado y aquello empieza a gotear y gotear hasta que te queda un señor charquito (iba a decir pequeño, pero como que no) en el plato, pero eso se rebaña y ¡listo!

Lo de las nueces es algo que voy a repetir, porque luego en el horno se tuestan un poquito y tienen el toque dulce del jarabe, hacen de contraste crujiente al bizcocho... vamos, ¡que se quite el 2.55 de chanel, que han llegado las "nueces cristalizadas"! Otro día tengo que publicar otra versión de esta idea que he hecho varias veces con el bizcocho delVictoria Sponge típico, al que añado nueces bañadas en caramelo. Ese también está que te puedes morir porque,además de las nueces, el caramelo se derrite en el horno y empapa parte del bizcocho,.¡el que no esté salivando a estas alturas no tiene sangre en las venas! De hecho acabo de encontrar una foto para que veáis a lo que me refiero.

Lo mejor de esto es que con un bizcocho versátil puedes hacer infinidad de combinaciones. Cuando me apetece con chocolate, echo trozos de chocolate a la masa pero seguro que con un glaseado de chocolate tipo el que llevan los donuts está buenísimo. Yo seguiré probando hasta alcanzar "mi mejor bizcocho", aunque me parece difícil elegir entre tanta cosa buena... lo único que sé es que, por ahora, éste es finalista y que no me estoy desviando del todo de la "repostería sana" porque lleva plátano...

 

 

bundt cake de plátano y nueces

Para las nueces cristalizadas

varios puñados de nueces

unos 50gr de azúcar

una o dos cucharadas de agua

La próxima vez que lo haga, lo mido, porque así es una chapuza, pero lo que hice más o menos fue: pelar unas cuantas nueces - vuelta a los trabajos forzados - y calentar el azúcar con un chorrito de agua en un cazo hasta que quedó todo disuelto. Entonces lo dejé hervir durante unos minutos, para que alcanzase consistencia de jarabe sin que se empezase a dorar. Esto lo vertí sobre las nueces troceadas en trozos grandes y lo moví todo para que todos los trozos quedasen recubiertos por el jarabe de azúcar

Para el glaseado

azúcar glas

unas cucharaditas de leche

Poner el azúcar glas en un bol y añadir la leche muy poco a poco hasta alcanzar la consistencia deseada.

Para el bizcocho

3 plátanos maduros
125ml aceite
2 huevos
250gr harina
100gr azúcar
media cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de levadura en polvo

1. Precalentar el horno a 200ºC.
2. Triturar los plátanos.
3. Medir el aceite en un vaso medidor y añadir los dos huevos y batir.
4. Poner la harina, el azúcar, la levadura y el bicarbonato en un bol, añadir la mezcla del aceite y los huevos, remover y añadir los plátanos triturados. Mezclar bien.
5. Verter la mezcla en el molde. Colocar las nueces cristalizadas por encima
6. Hornear durante unos  40-45 mins, hasta que un cuchillo insertado en el centro salga limpio. Al principio prestar atención a las nueces: en cuanto estén tostadas, cubrir con un trozo de papel albal la superficie superior del bizcocho con las nueces para evitar que se quemen.
7. Sacar del horno, dejar enfriar, dar la vuelta y glasear.

PD. Esta es una página web que he creado con mi hermana: www.hermanasarce.com

 

Ana Martínez Arce

Ana Martínez Arce

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