XVIII RALLYE COSTA CANTABRICA
El pasado día 27 de abril de 2014, organizado por la Peña Motorista de Asturias, en colaboración con la Escudería GES, se celebró la 61ª CONCENTRACION DE COCHES HISTORICOS, denominada Rallye Costa Cantábrica.
El reglamento aplicado en esta prueba se basa en la normativa de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA). En cuanto a los admitidos a participar se consideró a aquellos vehículos fabricados con anterioridad al 31 de diciembre de 1974. Se establecía también un trofeo específico GEMAR para vehículos deportivos y versiones deportivas de vehículos de gran serie matriculados después del 1 de Enero de 1975, siempre y cuando hubieran cumplido 25 años desde su fabricación ó primera matriculación, debidamente documentados, atendiendo primordialmente a su estado original, y no permitiéndose vehículos con transformaciones importantes.
El principal motivo por el que estamos describiendo este rallye de vehículos históricos y no otro, es porque supuso nuestro bautismo en este tipo de prueba a los mandos de nuestro Porsche 944 de 1985, por tanto nos inscribimos en la segunda categoría de vehículos según antigüedad.
Dado que el 944 tiene el velocímetro en millas por haber sido comprado en Seattle, teníamos un primer problema para seguir la velocidad máxima y media por tramo. Por otro lado, el reloj es muy suyo, y funciona a su aire, con lo que suponía el segundo problema a resolver, ya que es fundamental salir de cada tramo a la hora fijada puesto que de lo contrario, y para recuperar retrasos, habría que ir más rápido y por tanto exceder la velocidad máxima establecida y ser penalizado en los controles ocultos que se instalan a lo largo del recorrido.
La única solución que se nos ocurrió fue utilizar el iPhone como elemento de control de hora, y así empezamos a practicar sobre lo que nos habían soplado que iba a ser el primer tramo, ya que se repite todos los años, y que parte de la salida de Cue hacia Andrin, para luego tomar la carretera nacional hacia Colombres.
Lo cierto es que te das cuenta al hacer estas prácticas, que o bien te dedicas a controlar la velocidad media a cumplir, o bien te dedicas a seguir la ruta fijada en cada recorrido, pero ambas cosas se hacen complejas para el navegante, sobre todo si es su primer rallye, ya que el piloto solo debe conducir, escuchar las instrucciones del navegante y sobre todo mantener la calma de este según nos recomendaron los veteranos de estas lides.
En cuanto a las normas básicas de un rallye de regularidad, indicar que al inicio y no antes, para evitar malas prácticas, te dan lo que se conoce como RUTOMETRO, que es un mapa de cada tramo, en el que te indica si hay dirección a la derecha o izquierda, salida primera, segunda, etc de cada rotonda, elementos de referencia a lo largo de la ruta como puede ser un puente, un paso a nivel, una iglesia o una gasolinera, pero lo más importante son los cruces en los que hay varias posibilidades de continuación, ya que pueden provocar una pérdida de rumbo, y volver a situarte es a veces imposible, con lo que penalizas todo el tramo.
En la parte izquierda del rutómetro está el mapa de cada trozo de tramo y además a la derecha te indica las referencias y las direcciones que debes tomar, además de dejarte espacio para que apuntes la hora de salida y la de llegada. Estas horas dependen de la hora de salida del primer participante, y tu número, ya que como los intervalos de salida de cada participante son iguales, solo tienes que sumar a la hora de inicio, el producto de tu número por el intervalo fijado por la organización entre cada participante.
Por fin llego el día 27 de abril, en el que nos levantamos temprano para echar gasolina, y llegar al parque cerrado de Llanes a las 8h30 para recibir la documentación. Este parque estaba situado en la zona de la antigua cofradía de pescadores al lado del puerto deportivo, y ya teníamos asignado un espacio concreto para aparcar el coche en batería junto a los demás, según el número que nos fue asignado, en nuestro caso el 33.
Tras ir a la carpa de la organización, nos dieron la documentación que constaba de las pegatinas anterior y laterales con nuestro número, el rutómetro, e información genérica sobre la prueba y la escudería y club organizador. Volvimos al coche y pegamos en el capó y puertas respectivamente nuestro dorsal y comenzamos a cumplimentar sobre el rutómetro, las horas de salida y llegada que nos correspondían en cada tramo. A continuación hicimos una revisión del recorrido, que hasta ese momento se había mantenido secreto, y su distribución en los distintos tramos, y casi sin darnos cuenta, oímos la llamada de la organización que nos citaba a todos en un círculo para comentarnos los últimos detalles, así como una desviación que se tenía que hacer en uno de los tramos, y que no figuraba sobre las copias del rutómetro que nos habían proporcionado.
Entre tanto y al volver al coche vimos que nos habían pegado a la ventanilla el transceptor de señal para localizarnos a lo largo de toda la prueba, y vimos como se situaba el primer participante en la carpa de salida hacia el primer tramo.
A partir de ese momento se te acelera un poco el ritmo cardiaco, y vas esperando a que los participantes anteriores a ti se sitúen en la fila de salida, hasta que ves que sale el anterior, en nuestro caso un Renault 5 Maxi Turbo, y por fin nos situamos en la carpa. El organizador nos deseó suerte, nos recordó que respetásemos los límites de velocidad y sobre todo que fuésemos cuidadosos con las indicaciones que nos hiciesen los componentes de la guardia civil de tráfico y los asistentes de la organización, desplegados a lo largo de la prueba, y ya comenzamos a ver los cinco dedos de la mano izquierda del comisario; cuatro, tres, dos, uno, y subidon. Notas que todo en ti funciona más deprisa, ves a la gente a tus costados moviéndose, y tratas de concentrarte en oír lo que te comenta el navegante, y llegas al primer tramo cronometrado, parada detrás del participante anterior a nosotros, sale, te sitúas, te avisa el navegante de que es la hora de salida, primera y arrancando sin pasarte de la cuenta, para que no superes la velocidad límite. Una vez controlado todo, lo más importante es no equivocarte en ninguno de los cruces, ya que al haber tanta gente apostada en la carretera, a veces te impiden ver las indicaciones de las poblaciones o desvíos que te han indicado en el rutómetro.
Al llegar al final del primer tramo, te das cuenta que la tensión te ha superado, y que has ido más rápido de lo previsto, y que hay dos coches esperando para salir hacia el siguiente tramo, con lo que hay que tomar la marcha con más calma, ya que has superado la velocidad media establecida y tienes penalización.
Así, tramo tras tramo por carreteras de montaña llenas de curvas, y posible tráfico de frente, ya que en este tipo de prueba no cierran la carretera y por tanto no solo es que te encuentres vehículos de frente, sino que puedes encontrarte un camión delante y resulta difícil poder adelantar, con lo que el resultado es otra posible penalización por llegar fuera de la hora marcada para finalizar el tramo. Antes de darte cuenta, la primera neutralización, y allí paras y comentas con los compañeros de prueba como ha ido la cosa hasta ese momento, y aprovechas para hacer una parada técnica corporal en el bar próximo.
Después nuevo protocolo de salida y nuevos tramos, así hasta que por fin llegas hasta la neutralización final y se dejan los coches en el parque cerrado de final de rallye.
Todos los que podemos, y no tenemos que volver conduciendo o con el coche en el remolque a las ciudades de origen, ya que estamos alojados cerca, o no trabajamos al día siguiente, nos quedamos al ágape de entrega de trofeos y comentamos con los compañeros lo mal que nos ha ido, así como las penalizaciones que nos han puesto en lugares insospechados, al recibir la clasificación final con las puntuaciones por tramo, y ya por fin saludo y hasta la próxima.
La experiencia fantástica, pero el grado de dificultad muy por encima de lo que cabría esperar, y esto es todo.
Como complemento a nuestra descripción, indicar que además de participar en este rallye con el 944, también lo hizo otro de nuestros coches, en concreto el Seat 600 E, que a los mandos de nuestro buen amigo Cesar Coro habitual piloto de rallies, también quiso probar esta especialidad, pero que según nos indico, se le quedo corta ya que lo suyo no es cumplir un tiempo específico en un tramo, sino llegar lo más rápido posible, de manera que tendrá que tomarlo con más calma.
REFERENCIAS
XVIII Rallye Costa Cantabrica a su paso por Llanes
https://www.youtube.com/watch?v=mJmZl5jF90s
Datos de la escudería
http://gesypma.wix.com/gesypma#!actividades/cdk6