19/03/2012
El Swing
¿Qué es el swing? Lo siento, no me atrevo a definirlo. Yo, sobre el swing, digo lo mismo que San Agustín (salvando las distancias) dijo sobre el tiempo cuando él mismo se pregunta: "¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta lo sé; pero si quiero explicárselo a alguien que me lo pregunta, no lo sé" (Confesiones, XI, 17).
El tiempo tiene mucho que ver con la música y desde luego con el swing, pero ahora dejo los pensamientos profundos de San Agustín para centrarme en este tema. Se han dado tantas definiciones del swing, por los mejores músicos y musicólogos (seguramente todas válidas), que cualquiera que yo quisiera dar sería una repetición de alguna de ellas y a buen seguro criticable o matizable al menos. Sólo me permitiré recordar lo que ya expresé en un artículo anterior en este mismo blog (Moisés P. Sánchez Quartet en Café Central) sobre lo que dijo William (Count) Basie cuando le preguntaron que qué era para él el swing: “si estás tocando un tema y ves que la gente no marca el ritmo con el pie, mejor deja de tocarlo”.
Pero como me he embarcado en ello, hablaré algo del swing, un poco de lo mucho que se podría decir. Y empezaré por intentar diferenciar el término swing, como sensación o cualidad musical, del estilo Swing Jazz.
Como cualidad musical, sigo pensando que la definición de Count Basie es muy clarificadora de lo que es el swing. El glosario de Jazz in America, (del Thelonious Monk Institute of Jazz) en su primera acepción del término swing, viene a decir lo mismo, solo que de una manera algo (sólo algo) más academicista: “Swing es cuando un intérprete o un conjunto toca de una forma tan rítmicamente coordinada que provoca una respuesta visceral del oyente (hasta el punto de provocar el movimiento de los pies y de la cabeza)”. La segunda acepción es más técnica: “una manera de ejecutar corcheas en la que el compás acentuado y el débil reciben, aproximada y respectivamente, dos tercios y un tercio de las pulsaciones (beat), proporcionando una cadencia rítmica de la música”.
Las primeras interpretaciones en las que se empieza a hablar del término swing se dan a mediados de la década de 1920, cuando el jazz se hace popular y aparecen las primeras big bands, como la de Fletcher Henderson, a la que se incorporó Louis Armstrong en 1924, o la de Duke Ellington. Las big bands fueron determinantes en el desarrollo del swing.
Esta manera de interpretar jazz desemboca en el estilo Swing, que cronológicamente se sitúa entre los estilos Chicago y New York y el estilo Bebop y que tiene su mayor época de esplendor de 1930 a 1940, la llamada Era del Swing. Es la época de mayor proliferación de big bands, muchas de las cuales empezaron a deshacerse a raíz de la segunda guerra mundial.
Resulta curioso y hasta puede que sorprendente que en una época marcada por las consecuencias del crash de 1929 y la crisis económica y financiera que provocó, una época en que el mundo entero cantaba Ya vendrán tiempos mejores (o el tango de la crisis)
Y verás los amarillos
patinando en los bolsillos,
...
y pondremos comedor... ¿cuándo?
cuando no haya un cobrador
es curioso, digo, que, pese a la delicada situación económica, fuera la época de mayor éxito de las grandes orquestas de baile (o quizá por eso).
El estilo Swing se caracteriza por una fuerte presencia de la sección rítmica como soporte a los instrumentos de metal y viento. Algunos de los intérpretes más representativos del swing son –además de las mencionadas orquestas de Fletcher Henderson y de Duke Ellington– Benny Goodman (a quien se le llamó King of Swing), Benny Carter, Glen Miller, Artie Shaw, Coleman Hawkins (que también tocó con Fletcher Henderson), Jimmy y Tommy Dorsey, Count Basie, ... y Louis Prima, otro rey del swing y un verdadero showman. Prima fue un trompetista norteamericano (nacido en New Orleans, de padres sicilianos) que supo mantener el estilo Swing por todo Estados Unidos, pese a la aparición de nuevos estilos, hasta tres años antes de su fallecimiento en 1978 a los 68 años de edad.
Y es así, con Louis Prima, como quiero enlazar con el momento actual del swing y más concretamente con uno de los grupos que interpreta su música. Hace algunas semanas estuve con unos buenos amigos en el Café Jazz Populart, de Madrid, (me gusta ese club, aunque a veces uno querría un poco más de silencio del público durante las actuaciones) viendo a Norman Hogue y su banda, en el proyecto/concierto que él titula Norman Hogue Plays Louis Prima. Norman tiene otro grupo, Norman Hogue & IBM (International Blues Machine). Norman Hogue es un magnífico trombonista norteamericano, nacido en New York en 1959 y afincado en España desde hace más de 20 años, que ha tocado con un gran número de orquestas y músicos en varios países. Junto a él formaron el grupo aquella noche (ya sabéis que en esto del jazz hay mucho intercambio) Rafa Serrano (saxo), Tony Heimer (piano), Héctor Rojo (contrabajo), Pete Castelano (batería) y Victoria Kane (voz). Louis Prima, que además de trompetista tenía una gran voz, incorporaba siempre en su banda a una vocalista. Las dos últimas fueron Keely Smith y Gia Maione, que fueron también sus dos últimas esposas (de las cinco que al parecer tuvo). Pues en el grupo de Norman Hogue el papel de vocalista (no me consta que el de esposa) lo hace Victoria Kane, que canta a dúo con Norman. Victoria es una joven cantante que tiene una preciosa voz y actúa e interpreta con soltura, pero se prodigó poco aquella noche.
Norman Hogue Plays Louis Prima (en Café Jazz Populart)
El Populart, como suele ser habitual, estaba lleno, es alentador ver que la gente sigue acudiendo a estos locales, sobre todo si ofrecen una buena programación. Yo disfruto con la música y también viendo a los músicos y a la gente disfrutar. Es lo que tiene el directo, que además contagia. Norman y su banda homenajearon a Louis Prima –cambiando la trompeta de éste por el trombón de Norman– interpretando los temas más conocidos de su extenso repertorio y recordando las actuaciones de Prima en Las Vegas con Keely y Gia. A eso fuimos al Populart, a escuchar Swing Jazz y salimos encantados después de oírles tocar Sing Sing Sing, How High The Moon, That Old Black Magic, Buona Sera, Angelina, Just a Gigolo, Oh Babe y otros temas.
La banda liderada por Norman Hogue, con unos excelentes músicos, crea espectáculo y transmite a quien la escucha magníficas sensaciones, emoción, alegría, optimismo y, sobre todo, swing, mucho swing.