Un buen amigo está desilusionado de la política porque piensa que los políticos están preocupados por “`pillar cacho” y todo lo demás les da igual. No es el único que desconfía de los políticos.
“Pillar cacho” es una expresión del idioma español que forma parte de la jerga del delincuente. Es necesario dominar muy bien el significado de las palabras para comprender el sentido de dicha expresión. Pillar, cuya primera acepción es saquear, está relacionada con pillaje (robo o despojo hecho por los soldados en país enemigo). La segunda acepción de pillar es hurtar o robar. Sólo la tercera acepción dulcifica algo el concepto al relacionarlo con coger, agarrar o aprehender un cosa.
Cacho es, familiarmente, un pedazo pequeño de una cosa. Cuando ambas palabras se juntan “pillar cacho”, estamos ante la jerga de la delincuencia. “Pillar cacho” es lo que piensan muchos ciudadanos españoles sobre la preocupaciónmás importante de algunos políticos. ¿Todos?. Por supuesto que no, pero muchos. ¿Tienen razón los ciudadanos que piensan así?. ¡Es probable que no, pero muchos lo piensan y eso es lo terrible!.
“Pillar cacho” tiene relación con la corrupción política, algo muy de moda y que provocó la moción de censura contra Mariano Rajoy hace 8 meses. El 30 de enero de 2018 escribí en Administración Digital un artículo sobre la corrupción. 4 meses después, a finales de mayo de 2018, analicé con dureza en la misma página web, las posiciones de los 4 líderes de los partidos con mayor representación parlamentaria en aquel momento: Pedro Sánchez por el PSOE, Pablo Iglesias por PODEMOS, Albert Rivera por CIUDADANOS y Mariano Rajoy por el PP. Unos días después, a primeros de junio de 2018, después de la sentencia del caso “Gurtel”, Mariano Rajoy fue sustituido en la Presidencia del Gobierno por Pedro Sánchez merced a una moción de censura constitucional, y después de dimitir como Secretario General del PP, también fue sustituido por Pablo Casado al frente del PP.
El análisis realizado en mayo de 2018, sigue siendo válido hoytambién. Los 4 responsables políticos, primeros dirigentes de sus respectivos partidos, (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pablo Casado) no sólo están enfrentados y mutuamente bloqueados, sino que además, desde que Sánchez llegó a la Presidencia del Gobierno en junio de 2018, se han radicalizado ypromueven la radicalización entre los españoles. He de decir en descargo de Pedro Sánchez, que el PSOE es, tal vez, el partido que tiene más visión de Estado, y lo demostró estando al lado del expresidente Mariano Rajoy y del PP, condicionando algunas decisionescuando este aplicó el art. 155 de la Constitución a Cataluña. Los partidos de la derecha en cambio están ahora tirados al monte, y al menos de momento no muestran ninguna visión de Estado. No quieren reformar la Constitución ni dialogar con los independentistas catalanes. Sólo quieren ocupar el poder del Estado y echar del mismo al actual Presidente. ¿Y después?. ¡Después… ya se verá qué hacen!. ¡Dios mío!. ¡Cuánta improvisación!
Con la perspectiva del tiempo transcurrido se puede valorar el error estratégico que cometió Pablo Iglesias no apoyando en la primavera de 2016 el acuerdo programático de ciento y pico puntos entre Pedro Sánchez y Albert Rivera. La derecha política logra establecer el mínimo común denominador de sus programas con mucha más eficacia que la izquierda. Lo hacen mejor. Ahora CIUDADANOS se ha escorado claramente hacia la derecha, y aunque les incomoda relacionarse con la extrema derecha de VOX (cada vez menos), será difícil que puedan escapar del ámbito de la derecha política para ocupar el centro político, como era su primera intención. El error de PODEMOS les echó del centro político.Quizás no fue un error sino un acto consciente porque a Pablo Iglesias no le interesa que exista un centro político. ¡Otro grave error!. ¿Cómo alguien pretende dirigir un país sin centro político?. El centro político lo ocupan la mayoría de ciudadanos que quieren convivir y dialogar, precisamente lo que no quiere ni la extrema derecha ni la extrema izquierda, que sólo piensan en cómo destruir al discrepante.
Todos los partidos, nuevos y viejos, practican la “mala política” quedenuncié en mayo de 2018, estimulando las peores emociones del ser humano y sirviendo a su propio interés con el objetivo de “pillar cacho”en los cielos del poder. “Pillar cacho” en los cielos del poder es requisito previo para “pillar cacho” en el mundo económico. No les preocupan nuestros problemas económicos ni sociales, sólo quieren nuestro voto, y si para lograrlo tienen que excitar nuestra irracionalidad, nuestras emociones y nuestra capacidad de violencia lo hacen sin ningún remordimiento. Utilizan el nacionalismo y el independentismo para generar odio entre personas. En esto no hay diferencia entre los nacionalistas españoles y los nacionalistas catalanes o de cualquier otro territorio de España.
Hay gente que prefiere la violencia a la convivencia. En las próximas elecciones, generales convocadas para el 28 de abril, elegiremos entre violencia o convivencia, más que entre ley o caos. Los políticos intentan que una y otra vez las elecciones resuelvan los problemas que ellos no quieren resolver. Los electores españoles ya se pronunciaron en 2015 y 2016. Su mensaje fue muy claro: entiéndanse los partidos entre ellos. Hablen, dialoguen, y pacten los políticos. ¡No nos lleven al desastre y al enfrentamiento!. ¿Volverán a pronunciarse el 28-A en el mismo sentido?. ¡Pudiera ser para desesperación de los partidos políticos que esperan que las elecciones resuelvan los problemas del país, cuando es en ellos en quienes delegamos para que los resuelvan!
Los políticos, con su visión distorsionada de la realidad, intentarán convencernos de que el 28-A elegimos entre ley o caos, pero realmente estaremos eligiendo entre violencia o convivencia, entre emoción o razón. Soy consciente de que estoy descalificando la mala política basada en las peores emociones de la persona, pero eso no significa que podamos prescindir de la Política y volvernos apolíticos. Necesitamos la buena política, la basada en los valores humanos positivos (generosidad, colaboración, racionalidad, diálogo, acuerdo,etc.), pues cuando individualmente decidimos no participar en la política, otros ocupan rápidamente el lugar que nosotros abandonamos. Es un hecho real que la política se llevará a cabo con nosotros o sin nosotros. Las últimas elecciones andaluzas de diciembre 2018 demuestran que no es buena idea dejar de participar en la política niconvertirse en “apolítico” quedándose en casa. ¡Si tú no decides, otros lo harán por ti!.
Alcobendas, 15 de febrero de 2019.
José Ángel Suárez González.