El ciudadano conforme: mística para la globalización

Autor: Justo Zambrana :Licenciado en Filosofía por la Universidad Católica de París y en Ciencias Económicas por la Complutense de Madrid, y realizó estudios de posgrado en Filosofía en la Sorbona. Tiene una larga trayectoria sindical en la UGT, durante la que ocupó, entre otros cargos, la Secretaría General de la Federación de Trabajadores de la Administración Pública, la de la  Federación de Servicios Públicos y la de Acción Institucional de la Ejecutiva Confederal. En el ámbito político ha sido Diputado a Cortes en cuatro legislaturas.

También ha sido Consejero de Educación y Cultura y de Administraciones Públicas  en Castilla La Mancha, Secretario de Estado para la Administración Pública y Subsecretario del Ministerio de Defensa. Actualmente es Subsecretario del Ministerio del Interior.Además de escribir artículos para prensa y revistas especializadas, es autor de "El ciudadano conforme:místicas para la globalización "

 

Año: 2005

Número de páginas: 222

Editorial: Taurus

Precio: 19,50 Euros

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RESUMEN   DEL LIBRO 

El siglo XX se ha llevado consigo las ideologías con las que la razón ilustrada había pretendido atender necesidades que históricamente había cubierto la religión. Pero esta desaparición no ha supuesto la entrada en un mundo de positiva racionalidad, sino la recuperación de valores pre-industriales. Desde los fundamentalismos religiosos a las identidades culturales, los viejos ídolos renacen de sus cenizas. La Edad Media circula por Internet. 

¿Por qué el progreso, la fe en la ciencia o la ética del trabajo han dejado de estructurar las sociedades del siglo XXI? ¿Por qué la sociedad ha renunciado a construir su futuro y confía esa tarea al automatismo de los mercados? El pasado y el futuro se han contraído en el presente y el único valor vigente es el poder y su derivado: el éxito. El culto a lo nuevo, a lo joven y a lo veloz, en la euforia de un permanente consumo de bienes y experiencias, definen el ideal de felicidad posmoderno.

Mientras los esoterismos invaden las grandes urbes rememorando la Roma imperial, la democracia se degrada y el capitalismo se hace trampas, abandonando así los códigos que lo hicieron socialmente viable. Es hora de preguntarse si el motor religioso y el motor político que durante siglos han movido al hombre no pueden ser “reflexivamente” asumidos como impulsos válidos hacia un mundo diferente.