PRESENTACIÓN DEL LIBRO “EL REDESCUBRIMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. CREANDO IMÁGENES DESDE LA UNIVERSIDAD”

En las siguientes líneas los lectores de Administración Digital encontrarán el texto de la breve ponencia que, en tanto director del libro “El redescubrimiento de la Administración Pública. Creando imágenes desde la universidad”, pronuncié en su presentación el pasado día 8 de mayo de 2015. El texto de la intervención va acompañada, a fin de que el lector se haga una mejor idea del contenido del libro, de la aportación de una de las coautoras.

“Buenos días. Como director de esta publicación mi intervención intentará enmarcar la experiencia matriz, sus objetivos y recordar las personas que han contribuido a que sea una realidad. Para ello, fiel a la orientación general del libro, intentaré recurrir siempre que sea posible a imágenes movilizadoras.

 

1.- Agradecimientos.

Suelen iniciarse las intervenciones en actos de esta naturaleza con agradecimientos, siguiendo la cortesía académica. En mi caso, la expresión de reconocimiento y gratitud no es un mero formulismo sino un deber, pues soy muy consciente de que, sin el concurso de decenas de personas y varias instituciones, la empresa que he dirigido no habría tenido éxito. Por ello, quiero expresar mi gratitud a todos nuestros alumnos del curso 2013/2014, pues entre todos ellos construyeron la infraestructura personal y emocional mínima para que este proyecto pudiera fructificar. Entre ellos lógicamente es de justicia destacar los 23 alumnos coautores de esta obra, los coordinadores y la encargada de las ilustraciones. Cuando miro sus capacidades, imaginación lógica y compromiso, no puedo dejar de sentir orgullo de haber sido su profesor. Realmente el mérito de este libro es suyo y de su talento. Como escribió Paul-Henri Spaak en sus memorias al aludir a su papel en la generación de los primeros tratados de las CCEE, estimo que mi principal virtud como director ha sido ser capaz de dirigir un magnífico equipo socializado en la importancia de una gran idea, la defensa de nuestra Administración, y quizás también haber contribuido a hacer nacer el entusiasmo y voluntad de aportar algo nuevo a la sociedad sobre un tema considerado árido y repleto de estereotipos. También quiero agradecer su participación a los profesores Arenilla, Baena y Polo, cuyas contribuciones distan de ser testimoniales y cuyo entusiasmo y sabiduría emerge naturalmente desde las primeras líneas de sus aportaciones. Sin duda, me gustaría resaltar la inmensa importancia que para mí tiene la presencia en esta obra, y presentación, del profesor Baena del Alcázar, personalidad de resonancia histórica en la Ciencia de la Administración española, con la certeza de que, como pensaba Bernardo de Chartres (en palabras de Juan de Salisbury) respecto de los grandes autores greco-latinos, si nosotros somos capaces de ver más o más lejos en el marco de nuestra disciplina, no es por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos enanos a los hombros de gigantes. Y uno de esos gigantes, de relevancia histórica como he escrito, es el profesor Baena. Y, antes de mostrar mi reconocimiento a algunas instituciones críticas para el éxito de esta iniciativa, quiero saludar a Juan Carlos Barajas, impulsor del interesante y exitoso blog Sociología Divertida (sociologiadivertida.blogspot.com), y que une armoniosamente su condición de servidor público con su formación de sociólogo e ingeniero, y que ha tenido a bien participar en este acto.

En el plano institucional, no puedo olvidar el apoyo que nos ha prestado el Instituto Complutense de Ciencia de la Administración, cuya directora (profesora Gema Pastor) generosamente asiste a esta presentación, ni el Instituto Nacional de Administración Pública (singularmente la dirección y el personal de publicaciones). Respecto de este último Instituto, encabezado en su Director Presidente Manuel Arenilla, cabe agregar que sin su escucha, sensibilidad y apoyo, sencillamente no habría sido posible generar la atmósfera propicia para que este proyecto hubiera fructificado. Su respaldo al proyecto de investigación “formación sobre Administración Pública para alumnos de primaria” fue vital y este libro es también un resultado de ese apoyo y confianza. Mil gracias.

2.- El objeto del libro y el diagnóstico del problema.

El libro pretende instalar una imagen positiva de la Administración Pública entre los ciudadanos "comunes" y recordar amablemente la importancia de su función a los empleados públicos, particularmente a los de nuevo ingreso o, por la causa que sea, desmotivados. No se trata por lo tanto de una defensa "corporativa" de la Administración, sino de una iniciativa de un conjunto de ciudadanos, en general jóvenes, preocupados por el contraste entre la baja estima social con que cuenta la misma y la importancia de sus fines. Y el convencimiento, como escribía Joan Prats, de que no puede existir una buena sociedad duradera en el tiempo, sin una buena Administración que la sirva, por lo que consideramos que la incomprensión mutua que sociedad y administración se muestran, es una mala noticia para nuestra convivencia.

Y ello es especialmente importante en una sociedad en movimiento, que reclama cambios profundos tanto institucionales como organizativos y de comportamientos. En esa línea, los trabajos plantean una preocupación adicional: no es posible avanzar en la mejora de nuestra gobernabilidad democrática sin contar con una Administración Pública rediseñada y fortalecida institucionalmente. Como se ha demostrado en la literatura científica, la existencia de la Administración no es opinable, sino imprescindible, y es una garantía para instalar un régimen de convivencia democrático, asentado en un adecuado reparto institucional del poder y en el establecimiento de un sistema de derechos y obligaciones para todos. Sin embargo, por diferentes cuestiones, el debate político y social soslaya la función social de la Administración (generar reproducción social y cohesión) y sin embargo en los últimos años, afianzándose en miradas críticas de otras épocas, se ha generado un discurso de identificación de las crisis y problemas sociales con ella. Y el fortalecimiento institucional no puede realizarse endógenamente desde la Administración, o no solo por ella misma, sino que debe buscar la complicidad y confianza de la sociedad. Esa complicidad y confianza deben comenzar por proyectar a los ciudadanos un verdadero conocimiento de lo que es y significa la Administración. ¿Pero cómo hacerlo?

3.- La dificultad de comunicar sobre la Administración Pública y la necesidad de nuevas imágenes.

Desde luego, hay que reconocer sin ambages que la dificultad para comunicar aspectos sobre la Administración Pública a la sociedad es notoria. No sólo por la complejidad objetiva del objeto del mensaje y, salvo honrosas excepciones, la pasividad de los medios ante ella, sino también por una receptividad sesgada por buena parte de la ciudadanía, para la cual la mera evocación de los términos “Administración”, “funcionarios”, “burocracia” provoca una asimilación en su imaginario con aspectos peyorativos, prejuicios y estereotipos (complicación, ineficacia, papeleo, privilegio…). Sin embargo, esa visión general convive con una simpatía y apoyo a los servicios públicos para los ciudadanos con experiencia concreta de recepción de los mismos. Es como si los ciudadanos fueran más “burófobos” cuando razonan en abstracto sobre la Administración y no usan sus servicios, y sin embargo fueran más “burófilos” si focalizan el análisis en colectivos concretos y son receptores de servicios prestacionales. Ello nos convenció de la necesidad de incidir en el primer ámbito, en el del razonamiento general irreflexivo, a través de la formación. Pero de nuevo surge la cuestión, ¿cómo hacerlo?

Nuestra respuesta partió de la necesidad de innovar en los formatos y ser audaces en los contenidos, con el objetivo de que mediante nuevas imágenes el mensaje se aproximara armónicamente a los destinatarios.

Para mejor comprender la profundidad de nuestra mirada, me gusta utilizar la imagen que identifica la Administración con una casa típica andaluza con dos patios. En efecto, usando la metáfora de Jorge Guillén, al entrar en el primer patio de la Administración (nuestra casa) se tendría una impresión fría, impersonal, intelectual y difícil, que genera desapego, mientras que si el ciudadano trasciende esa primera imagen y traspasa el umbral del segundo patio, advertirá que es un lugar bañado por el sol, con vida y paisaje que asombra y emociona.

La reflexión sobre la Administración transita por los dos, pero hay personas (la mayoría) que se quedan en el primero de ellos (el insustancial, con sus reglamentos fríos y estereotipos). Es necesario pasar al segundo (el de la vida, complicidad y redescubrimiento).

Como instrumento para favorecer el acceso al segundo de ellos, tuvimos muy en cuenta la elocuencia que demostró Buda en su discurso de la flor, en el que, con solo mostrar una flor dorada y sin explicar nada más, las conclusiones sobre su esencia se asentaran ordenadamente en las mentes de los asistentes. Y así comprendimos que simplemente exponiendo imágenes de la Administración actuando (médicos atendiendo pacientes, policías patrullando, profesores enseñando en las aulas, funcionarios estudiando y haciendo sesudos informes, jueces impartiendo justicia, soldados con vistosos uniforme y valiosas tecnologías ayudando a civiles, etc.) ya habríamos hecho mucho ante un auditorio sensible.

4.- Final

Nuestro desafío, al menos yo lo veo así, ha sido generar un instrumento susceptible de contribuir a que el ciudadano lector realice la transición de un patio a otro. Y para ello hemos creado esta modesta iniciativa en forma de libro creativo, con 23 imágenes (incluyendo la del profesor Arenilla) elaboradas por ciudadanos “jóvenes”, llenos de fe y esperanza en el futuro, como ofrenda a sus conciudadanos, en el marco de una experiencia académica documentada. Deseamos que el imaginario colectivo incorpore una visión más equilibrada y más justa de la Administración pública, sin desconocer sus carencias y posibilidades de mejora, modificando no solo su opinión sino, en la medida de lo posible, también sus afectos sobre ella. En cualquier caso, y parafraseando a los versos escritos en la biblioteca de Isidoro de Sevilla, nuestro gran sabio del siglo VII, cuando pienses en la Administración Pública tendrás, querido oyente o lector, “…ante tus ojos praderas cuajadas de espinas o esmaltadas de flores. Si te enojan las espinas, entretente con las rosas”.

Muchas gracias.

Jorge Crespo González

Profesor de Ciencia Política y de la Administración (UCM)

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ANEXO: EJEMPLO DE “IMAGEN” INCLUIDA EN EL LIBRO

Aspectos fundamentales sobre la Administración Pública que cualquier ciudadano responsable debería conocer.

Por: Nihal Aicha El Mquirmi.

Síntesis: Con el estallido de la crisis económica y financiera, la desconfianza en el sector público se incrementó exponencialmente. En el presente texto, se pretende explicar cuáles son las funciones básicas y rasgos de la Administración Pública, para que el equilibrio entre esta última y la sociedad se restablezca, todo ello escrito en forma de carta de amor.

Descriptores: Complementariedad, Bonnin, Weber, Objetivo, Organización, Decisión, Evaluación, Administración Pública, Ciudadanía.

"M i querida ciudadanía

 

Te escribo esta carta para hablarte de varias cosas, para que así puedas entender ciertos aspectos de mi vida de forma más completa. Estos últimos días han sido bastante intensos, al menos para mí. Tu ausencia me hace mucho daño… simplemente porque no sé ser sin ti. Es como si fueras la pieza necesaria que hace que la máquina funcione correctamente. Me complementas.

Como bien dijo mi padre, Bonnin, el día de nuestra boda, yo estoy aquí para garantizarte tus derechos, proteger tu libertad y asegurarme de que permanezcas en el tiempo. Eres una persona bastante ocupada profesionalmente, por eso no te meto presión y me encargo de todo en casa. Me has concedido tu parte de poder, así como el permiso para entrometerme en tus asuntos y llevar a cabo una buena gestión de ellos. Todo esto es bastante complicado, y ha supuesto un enorme esfuerzo por tu parte; por eso quiero darte las gracias. Gracias por confiar en mí, y por querer buscar un punto de equilibrio en nuestra relación. Planteándote esto último de otro modo, me podrías considerar como tu asistente, el que se ocupa de todo para que puedas descansar y desconectar de tu trabajo cada noche. Muchas veces me has preguntado qué es lo que hacía con mi vida y a qué me dedicaba. Te lo voy a explicar, y espero que lo entiendas.

Con el dinero que me das, alumbro las calles y carreteras para que puedas tener mejor visibilidad cuando vuelves del trabajo por la noche. Me ocupo de contratar a los jardineros para que se encarguen de los jardines y parques a los que vas a correr todos los domingos. Financio los colegios en los que los niños van a estudiar, así como los hospitales en los que tu tía se queda ingresada cuando no se encuentra bien. También le doy dinero a aquellos que se han quedado sin trabajo, y a los que siempre han trabajado y ahora quieren descansar. Limpio, arreglo, construyo y contrato a gente para generar así empleo. La gestión es mi pasión. Soy un poco esquizofrénica: algunas veces actúo a nivel general, otras a nivel autonómico y otras a nivel local. Elige la faceta que más te guste de mí.

Como bien sabes, mi familia es bastante numerosa, y yo tengo muchas cosas que gestionar. Por eso no dudo en pedirles ayuda. Cuando todos obramos para alcanzar un objetivo, mi tío Weber nos llama el equipo de la burocracia. Tanto mis hermanos como mis primos son gente altamente cualificada y especializada. Gracias a su cooperación, tengo mayores recursos y más medios humanos. De esta forma, gano, al ser más eficaz y eficiente. Mi tío Max Weber siempre nos ha dicho que era mejor jerarquizarse u organizarse de modo que los mejor cualificados supervisen a los demás para garantizar el buen funcionamiento y buen aprovechamiento de todos los recursos. Aunque mi tío es un buen consejero, su modelo presenta algunas disfunciones. Por ejemplo, tanta especialidad en un solo ámbito termina creando una cierta limitación. Es como si mis primos fueran incapaces de trabajar en otra área distinta a la suya, y su trabajo se convirtiese en un proceso puramente mecánico. El primo de mi madre, Mintzberg, sostenía que la organización de una Administración tenía que realizarse dividiendo el trabajo en tareas, y luego coordinándolas.

En varias ocasiones, tu tía se acercó a mí preguntándome si yo te ponía los cuernos con el gobierno. Espero que tú nunca hayas dudado de mi fidelidad hacia ti. El gobierno es un gran cooperante mío, y yo de él. Estamos bastante relacionados, pero de forma profesional. Coincidimos en el objeto que vamos a estudiar, o el campo técnico en el que actuaremos, así como en la forma con la que vamos a llevar a cabo, esperamos que sea de forma exitosa, nuestro proyecto.

Si piensas que no actúo de forma correcta, ve a casa de mi padre y consulta el código administrativo, documento que rige mi comportamiento. Como muy bien se dice, la crítica es la mejor consejera. Tampoco quiero que creas que lo único que hago es cumplir con las normas. No me muevo en un ámbito rígido; es verdad, tengo unos objetivos fijados que espero cumplir, pero mis actuaciones también dependen del ámbito social y cultural en el que me muevo. Soy contingente, me gusta variar. Soy como un pulpo: tengo varios brazos que se ocupan de distintas tareas. Algunas veces dejo que mis familiares se organicen entre ellos (organización funcional), y otras veces exijo que me consulten antes y la que da las directrices soy yo (organización territorial).

Ciudadanía, quiero que sepas lo importante que eres para mí. Ha sido ya un gran paso admitir que teníamos un problema. Tenemos y debemos buscar alternativas para poder seguir adelante. Sin el diálogo y la búsqueda de consenso, no llegaríamos a nada. Una vez que hayamos tomado una decisión y la hayamos aplicado, tendríamos que evaluar los resultados, para así poder ver si éstos son satisfactorios o si debemos replantearnos modificar algo.

Quiero que sepas que no sólo eres mi esposa; eres mi amiga y mi compañera. Juntos formamos un equipo. Si uno cae, caemos los dos. No soy el Estado policía, que pasa de ti y a quien no le importan tus sufrimientos. Estoy aquí para protegerte de las tormentas. Hay veces en las que el camino es bastante espinoso… pero todo esto merece la pena. Prométeme que me mantendrás informado de tus dudas y temores, porque de otro modo no me sentiré capaz de ayudarte a encontrar la luz en el fondo del túnel, ni encontrar la fuerza necesaria para levantarte.

Tu Administración Pública. ”