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Jaula de Grillos
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Jaula de Grillos (45)

Jueves 20 de Septiembre de 2012 10:51

Nadie debería morir en la cárcel

por Juan Pedro Escanilla

Cuando los antiguos egipcios morían, al menos los que tenían medios para hacerse embalsamar, se presentaban ante Osiris quien ponía en un platillo de una balanza el corazón del difunto y en el otro una pluma. Sólo si ésta lograba vencer el peso del corazón lastrado con todos sus pecados el difunto era admitido al más allá. Un más allá más aburrido que el paraíso de los musulmanes y menos relajante que el cielo de los cristianos pero más allá al fin y al cabo.

Si algún día hubiera que buscar con urgencia una pluma blanca para salvar el alma del presidente Rajoy yo traería a colación esta pequeña frase, tan breve como redonda, pronunciada en el fragor de la batalla mediática a propósito de la excarcelación, por motivos de salud, del etarra Bolinaga: “Nadie debería morir en la cárcel”.

Creo que fue sincero. Para un hombre acostumbrado a tratar de escurrirse entre las rendijas de los problemas, esta vez lo dijo claro y, visto lo que le estaba cayendo desde su propio bando, con un valor que raras veces se le supone: No es Salmerón, dimitiendo para no firmar unas condenas a muerte, pero algo es algo.

Creo que en alguna ocasión ya he manifestado mi opinión sobre el clima actual de tendencia generalizada al endurecimiento de las penas (¡que se pudran en la cárcel!) y la sobreactuación de las víctimas, así que me detendré en el aspecto ideológico de la cosa.

Tenemos tendencia a ser comprensivos con los que consideramos “los nuestros” y duros con los otros. Es relativamente normal. Los que para unos son libertadores para otros son terroristas, desde Espartaco hasta el Vietcong pasando por el Empecinado.

Pero es un error. Si nos empeñamos en ver los crímenes bajo el prisma de nuestra ideología (vale lo mismo si se trata de nacionalismo, de clases sociales o incluso machismo vs igualitarismo) admitimos implícitamente que un mismo crimen puede ser execrable para unos y disculpable para otros. También contaminaremos todos los procesos relacionados con ese crimen, desde la persecución policial hasta la forma de cumplir la condena y todos los mecanismos que el Estado de derecho ha puesto en marcha para asegurar un tratamiento imparcial y garantista de la justicia penal se vendrán abajo. ¿Cómo extrañarse de que algunos digan que Guantánamo es un balneario?

El necesario proceso de normalización en el País Vasco después de los años de plomo de ETA pasa también por una normalización de los presos. Mantener abierto un conflicto sobre “privilegios carcelarios” no sirve más que para dar excusas a que no se cierren otros. De alguna manera, y sé que esto puede levantar alguna roncha, hay que convertirlos en presos “comunes”. Insistir en que son diferentes, aunque sea para tratarlos con más rigor, no es sino confortarlos en su status de gudaris mártires de la causa.

Pero hay más: La ideología no puede permear el tratamiento penal de los criminales sin riesgo de criminalizar la ideología y eso, en democracia, es inaceptable: Renunciando a comportamientos criminales para obtener sus fines, cada uno puede pensar lo que quiera.

Un secuestro es un crimen, un asesinato también y, por cierto, una estafa también. Los que cometen esos actos son criminales y como tales hay que tratarlos sin buscar otras agravantes o atenuantes que las que permite la técnica procesal penal. El Estado ha logrado imponerse a ETA cuando no se ha apartado ni un ápice del derecho, no porque tuviera o no unos buenos servicios de policía, que algo hace, sino porque así se ha cargado de legitimidad.

En un Estado moderno los objetivos del sistema penal son la rehabilitación y la reinserción, pero nadie puede rehabilitarse ni reinsertarse si muere en la cárcel.

Por eso le agradezco a l presidente esa frase y espero que sea consecuente con ella.

Miércoles 11 de Julio de 2012 15:20

MINEROS

por Juan Pedro Escanilla

Ya están en Madrid. Es imposible no sentir cierta emoción al verlos. Cómo si los personajes del cuadro de Pelliza da Volpedo, menos amanerados eso si,  hubieran cobrado vida de repente, igual que al inicio de Novecento. Han desbordado por Navacerrada y Guadarrama en una invasión decidida pero tranquila, con un puntito de romería, de peregrinación a la Meca – Moncloa a venerar, sino la piedra negra, al menos la llave USB donde se guardan los presupuestos generales del estado, único bálsamo posible para sus dolencias.

 

Hemos visto primeros planos de sus pies caminando, de sus caras negras de hollín, de sus lanzacohetes, más espectaculares que efectivos. ¡Ay! aquellos tirachinas con bolas de acero que usaban los de la Euskalduna…

 

Hemos oído sus voces cantando el "mira maruxiña" con la misma determinación que sus bisabuelos en el 34 y sus abuelos en el 62 y desafinando con el mismo entusiasmo con que lo han hecho tantos progres de taberna desde entonces.

 

Hemos oído también a los mismos cantamañanas de siempre (quizás con otros nombres y apellidos pero al cabo los mismos) explicarnos doctamente que la minería no tiene futuro porque es un sector obsoleto/maduro/marginal (que cada uno escoja su adjetivo). Y que mantener esos sectores con subvenciones es antieconómico porque retiene factores productivos que deben liberarse para ser empleados en actividades de mayor valor añadido. Alguno dirá lo de la “destrucción creativa” y bla, bla, bla.  Por cierto, no dicen lo mismo cuando de lo que se trata es de mantener artificialmente bancos quebrados.

 

Pero no estamos hablando de economía, ni del desplazamiento de unos sectores productivos por otros nuevos, ni de desarrollo económico.

 

Estamos hablando de seres humanos. De este capitalismo de "usar y tirar" que por mucho que quieran disfrazarlo con términos como adaptabilidad, flexiseguridad, "long life learning" y cosas así, implica, para la mayoría de los trabajadores, quedarse en la cuneta cuando el sector en que trabajan deja de ser rentable en esa caza desenfrenada a la plusvalía en que se han convertido los sistemas económicos modernos. Si a uno lo tiran por la borda en época de bonanza la cosa puede saldarse con una prejubilación aceptable, como ocurrió en el sector en los 80.

 

Pero en tiempo de crisis el panorama puede ser muy negro. Entonces te encuentras con que el sistema de protección social, parte integrante de lo que llamamos Estado del bienestar, que debía estar ahí precisamente para hacer frente a estas situaciones, ha desparecido. Paradójicamente, es lo primero que nos han desmantelado. Es como si te compras un coche con airbag y cuando tienes un accidente, no se infla.

 

Dicen que, antiguamente, los mineros entraban en las minas con un canario para detectar, de una forma cruel y rudimentaria, la presencia de monóxido de carbono. Estos mineros, entrando hoy en la Puerta del Sol con el mismo arrojo con que bajan a las entrañas de la tierra, son el canario de toda la sociedad española. El test de la solidaridad que este gobierno es capaz de tener con los ya incontables náufragos de esta crisis. Si dejan de cantar, aunque sea desafinando, es que la cosa se va a poner muy, muy fea.

Domingo 01 de Julio de 2012 08:32

SEXO Y REPRODUCCION

por Juan Pedro Escanilla

Desde hace un par de años vengo publicando con ritmo un poco desigual mi blog "jaula de grillos" a la atención de un grupo de amigos y familiares que me permiten desahogar con ellos mis pretensiones literarias.

Como el alcance es un poco limitado (de sesenta a cien visitas por post con un pico en las doscientas que alcanzó "la noche triste del PSOE", tras la derrota electoral de este partido) no he podido menos que sentirme encandilado con la idea que, casi simultáneamente,  me ha sido sugerida por dos buenas amigas y me he lanzado a pedir cuartelillo en la revista "administración digital" con la que me unen mi pertenencia a la función publica y mi pasión por el bla, bla  bla.

Me han acogido con los brazos abiertos en un gesto que nunca olvidaré (y que me asusta un poco, por la responsabilidad añadida). Así que parece que a "Jaula de grillos" le ha llegado, si no la edad de la razón, al menos la de reproducirse.

Hasta que los biólogos metieron sus narices en el asunto, en el mundo había dos formas de conseguirlo: la reproducción sexuada y la asexuada. Ahora tenemos también la clonación que, básicamente es como esta última sólo que con intervención de unos señores con mascarillas.

Vaya por delante que, a pesar de las complicaciones conocidas, prefiero el sexo. No sólo porque, como se dice habitualmente, "se conoce gente", sino también porque los darwinistas nos han demostrado que la recombinación de los genes en las sucesivas generaciones, unida a la supervivencia de los más aptos, es la mejor forma de garantizar una evolución que adapte las especies a un medio siempre cambiante. Además, también está el lado divertido de la cosa. ¿Quién conoce a alguien que quiera terminar una noche de juerga con una división celular?

Ello no me impide sentir una vaga fascinación por la mitosis, por su empeño en mantener las cosas, la vida, sin cambio, por el vértigo de la eternidad inmutable, por esa nostalgia del reino mineral tan cercana al pensamiento de muchos de nuestros conservadores: Que nada cambie, y si algo lo hace, que sea para que todo siga igual. Una parte oscura de nuestra memoria de ameba que hace, por ejemplo, que nos empeñemos vanamente en que nuestros hijos sean iguales a nosotros.

Pienso que esta primera excursión de "Jaula de grillos" fuera de sus fronteras naturales tiene que ser un ten con ten de ambas posibilidades. Sería una irresponsabilidad intentar una reestructuración cromosómica completa (ni siquiera sabría como hacerlo), así que empezaremos con una simple clonación. El tiempo dirá si finalmente hay que adaptarse y no hay más remedio que cortar el cordón umbilical.

Para aquellos lectores nuevos que sientan curiosidad por el estilo, los temas tratados hasta ahora y el ángulo desde el que se abordan, propongo una visita (no guiada) a los viejos post que pueden encontrarse en: http://mijaula.wordpress.com/

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