Ponciano Díaz Félix Robert
El planeta taurino , en el ruedo, solo ha conocido dos matadores con bigote : el mexicano Ponciano Díaz y el galo Félix Robert . El azteca nació nada menos que en la Hacienda de Atenco , la ganadería de bravo mas antigua del mundo fundada hacia 1552 por un familiar de Hernán Cortés , Rodríguez Altamirano , con el primer ganado de lidia , que pisara el Nuevo Mundo , y de casta Navarra .Los grandes aficionados como el virrey Luis de Velasco la tuvieron por predilecta . Posteriormente , en 1910 , fue reforzada con un cruce de Pablo Romero y, hoy, sigue viva . Precisamente fue allí' donde el gran torero Gaviño halló género suficiente para hacer su decisivo cambio de la Fiesta , imponiendo , en México las maneras a la andaluza.(véase en el artículo :Gaviño el Reformador ,de esta misma serie) . El otro matador con bigotes fue el galo Félix Robert . Fueron coetáneos . Gaviño nació , en 1857 y murió cuarenta años después . Robert llegó a este mundo en Las Landas en 1862 para desaparecer 1916. Fue un torero vulgar pero listo y aventurero . Muy joven ya era era empresario de festejos taurinos menores en el sur de Francia , luego vino a España y se las arregló para tomar la alternativa de manos de don Fernando Gómez , El Gallo , matador y padre de Joselito el Grande y de su genial hermano Rafael . como Félix Robert no toreaba mucho en España , se marchó a México donde se dedicó a negocios del toro con mas éxito y además , con su bigote y su figura de mosquetero se casó con una yegüita " fina " ( así se llamaba a las chicas del Sagrado Corazón ) que resultó ser millonaria de padre . Como francés fué bien recibido por la sociedad de don Porfirio Díaz ,tan apegada a todo lo galo , como herencia del Imperio de Maximiliano , amparado por Napoleón III . Y así pasaron años de felicidad hasta la Revolución de Madero , cuando don Porfirio se fue a vivir a Paris en la Avenue Foch y Robert a Marsella , donde fue empresario de la Plaza de Toros local y donde murió . Ponciano Díaz lo tuvo mas claro pues fue hijo de caporal de Atenco , el enorme don Guadalupe, por ello anduvo desde temprano entre ganado y cursó las suertes del jaripeo . Con vocación taurina muy precoz vagó por los pueblos mostrando su tauromaquia vernácula , perfectamente realizada ,pero muy lejana de los preceptos del arte del toreo reglados por Pepe-Hillo. Después el azar le cruzó con Gaviño el gran torero gaditano que, como apóstol había llegado a Nueva España para predicar su Reforma. La enseñanza fué intensa y Ponciano aprendió muchos sobre todo con capote y estoque ,pero se le resistió el manejo eficaz y artístico de la muleta , aunque retuvo el dominio de los lances del jaripeo esto es :
escaramuzas o paseíllo a caballo de los participantes.
piales que consisten en enlazar equinos por sus extremidades traseras y manteniéndose de pie durante la suerte.
coleos o derribo de un toro a la carrera , agarrándolo por el rabo.
pasos de la muerte : se trata de, montando un caballo domado, saltar sobre otro sin domar que corre libremente a la carrera ,y sin ayudas, cabalgando sin tocar las barreras del ruedo o lienzo .
jineteo montado en un toro o un equino, agarrado por la crin y a pelo ,
sin caer al suelo y sin apoyarse en la barrera , durante el mayor espacio de tiempo.
manganas a pie o a caballo se traba un equino o un toro por sus extremidades delanteras a la carrera o parado, en el menor tiempo.
Tanto aprendió que en México se cantaba un corrido con esta estrofa : La plaza de Huisachal / siempre será fiel testigo / de que Ponciano torea / al estilo de Gaviño... Con este bagaje Ponciano fue, sucesivamente el matador que primero actuó en EEUU y después también el primer mejicano en recibir , con gran concurso de espectadores la alternativa en Madrid de manos de Frascuelo figura histórica del toreo por su rivalidad con el excelso Lagartijo . Luego había ofrecido su arte como charro. Al principio hubo desconfianza por lo insólito, luego vino el triunfo del azteca , sobre todo banderilleando a caballo y a dos manos , algo que nunca se había visto en España por aquellas calendas . Lo había aprendido de otro gran jinete mejicano, Román Horta ,un bohemio que concluyó su vida como portero de la Embajada de México en Paris . Ponciano era un hombre simpático y lleno de generosidad que caía muy bien al respetable , por tal razón el día de su alternativa , ya quedó bien en su primer toro ,pero en su segundo llegó el triunfo a base de valor,desplantes, derrroche de facultades ,adornos y empleo afondo en la suerte suprema…Había llegado a lo mas alto ¡ Aunque el gran Mariano de Cabia escribiera en su critica, algo parecido a esto “Díaz lucha y se defiende contra la fiera pero quizás esa fiera no debe fiarse nada de su propia fuerza ante tal enemigo…” .