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Sábado 03 de Septiembre de 2011 16:15

68. Evolución de los precios de los 4 reales peninsulares de Felipe II

por Ernesto Gutiérrez Guinea
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En la presente entrada, continuaremos analizando ejemplares de 4 Reales de Felipe IV de la Ceca de Madrid correspondientes a las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo XVII (FIGURAS 68.1,68.2 Y 68.3), así como ejemplares de Granada de Felipe II (FIGURA 68.4) y de Felipe III ( FIGURA 68.5), determinando y justificando los grados de rareza de estas piezas para su valoración con relación a la escala de precios de 4 Reales peninsulares comunes de Felipe II a Felipe IV que venimos utilizando, recordemos una vez mas, que para ejemplares con una visibilidad de datos de identificación normal, es: 100€ en VG, 200€ en F, 400€ en VF y 800€ en XF.
Como indicamos en la entrada anterior antes de estudiar pormenorizadamente estas piezas, nos detendremos en establecer la evolución de los precios y del significado real de la denominación de los grados de conservación en los distintos catálogos que incluyen este tipo de piezas, distinguiendo entre Ceca y año de acuñación. Baste ahora recordar la hipótesis que hemos formulado en las entradas iniciales dedicadas a los 4 Reales peninsulares Macuquinos. En general los precios de este tipo de piezas, en particular los de las mas comunes de Sevilla y Toledo, se han mantenido prácticamente invariables en moneda corriente de 1965 a 2000, mientras que en la última década se han duplicado.
El PELLICER 1971 es la primara obra que se ocupa con detalle de los 4 Reales Macuquinos, no solo peninsulares sino de Cecas Hispanoamericanas y del Imperio Español en Europa. En la Introducción a esta obra no se formula indicación de a qué conservación se refieren los precios que se consignan en la Guía de Valoraciones que acompañan al libro sobre “El Medio Duro”. Debemos entender, por tanto, que los precios se refieren a la conservación y visibilidad media que tenían la mayor parte de los ejemplares que salían al mercado en esos años.
Siendo su publicación aún no muy lejana, el YRIARTE 1965 sobre 8 Reales, indica en su Introducción que los precios que se consignan en el catálogo se refieren a piezas en buena conservación. Si atendemos a la conservación real de los ejemplares cuya fotografía se muestra en el catálogo, apreciamos de inmediato su diferencia radical en cuanto a la conservación de los ejemplares reproducidos que fueron producidos por el sistema de acuñación a molino (en general posteriores a 1728), de las acuñaciones a martillo (Macuquinas). En el primer caso podemos apreciar que la conservación media pode llegar a EBC (XF), mientras que en el caso de las Macuquinas, en especial de las peninsulares, la conservación media es solo BC (G), y la visibilidad media en la mayoría de los casos es solo la suficiente para identificar las monedas.
Es circunstancia, junto con la comparación de los precios del PELLICER 1971 (con el dólar a 70 P) con los de adjudicación de este tipo de piezas en las subastas que tienen lugar en esta época, nos lleva al convencimiento de que en el caso de los 4 Reales Macuquinos peninsulares los precios se están refiriendo a ejemplares de lo que se consideraba en esos años como ejemplares en buena conservación (BC o G) que es evidente que no tiene nada que ver con lo que actualmente en el lenguaje coloquial llamamos ejemplares en buena conservación que sin duda, todos reconocemos que solo lo empleamos para calidades MBC/EBC, equivalente al VF o superior.
Este cambio, presente en un modo u otro en todos los países, sobre lo que quiere decir que un ejemplar de una moneda que ha sido acuñada a martillo se encuentra en buena conservación es lo que nos puede dar la impresión, completamente falsa, de que en los últimos 45 años se ha producido una elevación de valor, en términos reales, de este tipo de monedas que al menos ha ido acompañando a la inflación, cuando la realidad es que su valor real se ha dividido por 10 aproximadamente, pese a duplicarse, en términos corrientes, en la última década.
La tendencia actual respecto a las entidades de mayor solvencia que actúan en el campo de los estándares en la definición de los grados de conservación de las monedas, como la asociación Americana de Numismática (ANA) o la Corporación de Garantía Numismática (NGC), es considerar la definición del grado de una moneda, atendiendo a la circulación que se estima ha tenido, siempre que no se considere defectuosa, con independencia de que sea una pieza que se encuentre fácil o difícilmente en el mercado en una determinada conservación. Por ello, a la hora graduar una moneda Macuquina debemos tener presente la escala estándar de definición de grados, evitando tener en mente ideas como “La conservación es F para este tipo de piezas”. La conservación será o no F, pero no por consideración especiales aplicables a este tipo de piezas.
Hechas estas consideraciones, nos encontramos que el PELLICER asigna unos grados de rareza altos (R3 o R4) a los 4 Reales de Sevilla de 1589 a 1591, con precios de 150$ mientras que considera a las piezas de 1592 (R1) y 1593 (C) como mucho mas comunes, con precios de 50 y 40$ respectivamente. Con respecto a las piezas posteriores a 1594 vuelve a elevar los índices de rareza pero no demasiado los precios, que se sitúan en un intervalo de 70 a 100$. La cotización media de estas piezas nos parece correcta en términos generales, para la época, si bien hemos de tener en cuenta que en nuestra opinión, de acuerdo con las cotizaciones en subasta, estos precios eran válidos en 1971 siempre que se tratara de piezas en la conservación que ahora llamaríamos BC o G, según utilicemos el sistema español o americano de graduación. En cuanto a las piezas de la Ceca de Toledo de Felipe II, PELLICER asigna rareza R5 a las anteriores a 1593 y rareza R3 a las de 1593 y posteriores, aunque los precios que asigna a todas ellas son bastante homogéneos.
En general, creemos que las cotizaciones medias de piezas de Sevilla fechadas en grado G se sitúa en unos 70$ de 1981 que equivalían a unas 4.000 P de la época, por lo que su precio actual, de unos 50€ aproximadamente, equivalentes a 8.000 P, supone un incremento de 100%, localizado a nuestro juicio de 2000 a 2010. PELLICER señala una rareza superior a las piezas de Toledo, criterio que salvo para las piezas de fechas diferentes de 1592 y 1595, no creemos que corresponda a la apreciación actual.
En cuanto a CAYON  1976, al proporcionar 3 columnas de precios, especificidad  no frecuente en los catálogos de piezas españolas anteriores 1869, la comparación de estos precios con los de adjudicación en subastas de la época, nos hace suponer que lo que en la versión en inglés de la Introducción se describe como primera, segunda y tercera conservación (a falta de esta descripción en la versión en castellano de la Introducción) se refiere en realidad a RC/BC (AG), BC (G) y BC/MBC (VG) por lo que se refiere a las Macuquinas, aunque es evidente que el criterio es otro, cuando se trata de piezas producidas a máquina.
Con esta salvedad, vemos que los precios siguen una tendencia semejante a los del PELLICER 1971, con una valoración claramente mas alta para la fechas anteriores a 1593 y mas baja (del orden de la tercera parte) para el 1593 de Sevilla y fechas posteriores, hasta la aparición del tipo OMNIVM. Cabe destacar que CAYON  siempre incluye en sus catálogos el 1594 de los 4 Reales de Sevilla, lo que no hace CALICÓ en ninguna de sus ediciones. Nosotros no hemos visto ningún 1594 que pueda afirmarse con seguridad que sea de la Ceca de Sevilla. Algunos ejemplares ofrecidos en subastas como de Sevilla, estimamos que en realidad son de Toledo, como puede deducirse por el estilo de los castillos enladrillados en su reverso.
En CAYON 1976, el precio de las fechas de Felipe II tipo OMNIVM, así como el 1591 con el Ensayador C aparece multiplicado por 4, con lo que estamos en completo acuerdo por considerar a ambos como muy raros. Igual que en PELLICER 1971, en CAYON 1976 en nuestra opinión aparecen sobrepreciados los ejemplares comunes de Toledo como el 1592 o el 1595 que no son mas difíciles de encontrar que los de Sevilla. En las ediciones de 1980 y 1998 de CAYON se continúan estas tendencias, por lo que solo nos queda recalcar que los precios de la primera columna en nuestra opinión, para este tipo de piezas, se refieren al grado VG (BC/MBC) y de la segunda en F (MBC).

                                          

FIGURA 68.1


En cuanto a las ediciones de CALICÓ, en la de 1988 se fijan unos precios aproximadamente dobles que los establecidos en las ediciones coetáneas de CAYON, lo que es absolutamente consistente con la tesis que venimos defendiendo y que el propio autor reafirma en las Introducciones a sus catálogos, en el sentido de que los precios se refieren a piezas en conservación de lo que él llama MBC, y que nosotros, de acuerdo con el criterio de correlación entre la escala española y americana de graduación, llamaremos VF (MBC/EBC).
Los precios señalados por CALICÓ para las piezas sevillanas de 4 Reales de Felipe II de Toledo son del mismo orden de magnitud que los de las piezas de Sevilla, con lo que estamos en completo acuerdo por lo en nuestra escala de valoraciones, no diferenciaremos entre los precios de las piezas comunes de Sevilla y Toledo. Aunque creemos que los puntos de partida en los 80, y de llagada en 2008, de los precios de CALICÓ son realistas, sin embargo estimamos que el crecimiento de los precios en términos corrientes no ha sido uniforme, sino que éstos se mantuvieron constantes hasta el 2000, y posteriormente se duplicaron.
La FIGURA 68.1 muestra una pieza de 4 Reales de Felipe IV acuñada en Madrid en 1644 con el Ensayador B. Las piezas de Madrid acuñadas entre 1638 y 1645 así como en 1651 son considerablemente menos raras que las de la década de los 30, que hemos analizado en la entrada anterior. Por tanto, así como a estas últimas  las hemos considerado como muy raras, las anteriores las consideraremos únicamente como raras, utilizando por tanto para su valoración la escala usual para los 4 Reales mas comunes de Sevilla y Toledo, multiplicando los precios por 2.

                                         

FIGURA 68.2


Esta pieza presenta la particularidad de incorporar la sigla del Ensayador B como las de los años anteriores, en lugar de la BI que caracteriza a las piezas usuales de 1644 y 1645. CALICÓ en sus distintas ediciones reconoce la existencia de dos piezas de Madrid, fechadas en 1644, con Ensayador B y con Ensayador BI, estableciendo un precio ligeramente mas alto para la primera, mientras que las distintas ediciones de CAYON no recogen la existencia del año 1644 con el Ensayador B. La pieza tiene desgaste generalizado, pero poco intenso, por lo que le asignaremos un grado F-, al que le correspondería un valor de 340€. La visibilidad de los datos es muy buena, con los 4 dígitos de la fecha, Ceca y Ensayador. No obstante, la pieza presenta oxidaciones que penetran profundamente en la moneda, por lo que reduciríamos su valor en un 20%, llegando a un precio de mercado de 275€.
La FIGURA 68.2 muestra una pieza de 4 Reales acuñada en Madrid en 1651 con el Ensayador A, sigla que corresponde a Agustín Mayens. Como ya hemos indicado, consideraremos esta pieza rara, pero no como muy rara, siendo aplicable por tanto, la usual escala de valores multiplicándolos por 2. Lo 4 Reales de esta fecha suelen estar acuñados en un cospel algo mayor que los de la década de los 40, por lo que es frecuente que sus 4 dígitos sea claramente visibles, como es éste el caso.
Las piezas de 1651, tanto de 4 Reales como de 8 Reales de Madrid, conservan el diseño de los castillos en el anverso, de forma claramente cuadrada, empleados en las acuñaciones de Madrid de los años 40. La pieza analizada tiene una alta visibilidad de datos por lo que se refiere al Ensayador, los 4 Dígitos de la fecha, la denominación en reales (IIII) y el numeral del rey (IIII). El único dato esencial no visible por caer fuera del cospel, es la Ceca que en esta fecha estaba constituida por las dos letras MD alineadas verticalmente.

                                           

FIGURA 68.3


No obstante, su asignación a la Ceca de Madrid es absolutamente segura tanto por la no existencia de piezas de otras Cecas con el Ensayador A en este año, como por su arte, con la enseña de Austria en el cuartel intermedio izquierda del escudo, sin tocar sus bordes y con una única fila de flores de lis en el de Bolgoña. La pieza se encuentra en grado F con desgaste generalizado pero suficiente relieve aún. Por tanto, su valor sería de 400 €, que reduciríamos en un 25% hasta un precio de mercado de 300€, por  falta de visibilidad de la Ceca.
En la FIGURA 68.3 tenemos la fotografía de un 4 Reales de Madrid acuñado en 1662 a nombre de Felipe IV con el ensayador A. Este tipo de pieza con esta fecha es referenciada en todas ediciones de CAYON y CALICÓ que hemos tenido ocasión de consultar. Nosotros no hemos visto directamente ninguna pieza en la que la fecha sea suficientemente legible para afirmar con seguridad que se trata de 1662. No obstante, creemos que efectivamente en esta fecha se acuñaron Reales de a 4 en Madrid, ya que sí hemos tenido ocasión  de analizar varias piezas de 8 Reales de esta fecha con una visibilidad, al menos en sus 2 últimos dígitos, suficiente.
En este caso, el problema para la visibilidad de los datos, es el gran tamaño del escudo que se come casi todo el cospel, que además es grueso y pequeño. No obstante, en esta pieza podemos observar, aunque con dificultad, en la parte superior izquierda del reverso la zona baja de los 4 dígitos (1662) siendo algo mas clara la horizontalidad de la base del 2 como último dígito. La pieza tiene una acuñación muy deficiente que junto con su uso, no permite calificarla mas allá de VG. La pieza tiene una rareza similar a la de las dos anteriores de Madrid, 1644 y 1651, por lo que en ese grado, le correspondería un valor de 400€. La atribución de Ensayador y Ceca ha de hacerse exclusivamente por el arte de la pieza, lo que la asigna necesariamente a Madrid. Por ello, pese a su rareza, su precio de mercado, no puede superar los 100€.

                                          

FIGURA 68.4


Con la pieza de la FIGURA 68.4 iniciamos el análisis de cinco ejemplares de Granada de Felipe II y Felipe III. Los 4 Reales de Granada fechados tienen una pieza muy común que CALICÓ valora acertadamente con un precio mucho mas bajo que el resto, el 1595 de Felipe II. Todas las piezas de 4 Reales de Granada de Felipe III, así como el resto de las piezas fechadas de Felipe II debe de ser consideradas como raras, mientras que las de Felipe IV son todas ellas muy raras, apareciendo muy pocas veces en ventas públicas donde siempre alcanzan altos precios.
La pieza de la FIGURA 68.4 es un 4 Reales de Granada de Felipe II con el Ensayador F. La pieza tiene una acuñación realizada con mucha presión que hace resaltar su relieve, pese a que como consecuencia de una inclinación defectuosa del martillo de acuñar, tanto en el anverso como en el reverso aparecen grandes vanos sin impresión del grabado. En esta pieza, como en todas las de Granada de Felipe II, la fecha siempre aparece verticalmente a la izquierda del escudo, mientras que Ensayador, Ceca y valor aparecen a la derecha.
La marca de Ceca no es visible, pero tanto el arte como el Ensayador F (Francisco Tellez) hacen que la atribución a Granada sea segura. Aunque conserva relieve la pieza está bastante circulada por lo que la calificaremos como F-, con un valor de 170€ al ser la pieza común. Su precio de mercado sería también de 170€, por considerar  que la pieza tiene una visibilidad media de datos identificativos.

                                          

FIGURA 68.5


Las piezas de Granda de Felipe II tipo OMNIVM son todas muy raras ya que el tipo de acuñación produce casi en todos los casos que la fecha no sea visible prácticamente en ninguno de sus dígitos. Las piezas de Felipe III de 4 Reales tipo OMNIVM de la primera década del siglo XVII son ya algo mas fáciles de encontrar aunque debemos considerarlas como raras.
La pieza mostrada en la fotografía de la FIGURA 68.5 corresponde a un 4 Reales de Felipe III acuñado en Granada con el Ensayador M (Francisco Minguez). La especificidad de la moneda es su carácter inédito, ya que tanto CALICÓ como CAYON, PELLICER y KRAUSE no conocen la existencia de 4 Reales de Granada tipo OMNIVM fechados en 1611, terminado todas las fechas de este tipo en 1610. La atribución de la pieza a Granda debemos hacerla por comparación por su arte o estilo de grabado con el de las de 1609 o 1610 de Granada de los que existen numerosas fotografías en las obras generalmente disponibles. La fecha es muy visible aunque no la Ceca y el Ensayador. Los dígitos de la fecha son del tipo arábigo normal, mientras que las piezas normales de 1611 de Granada tienen la fecha expresada en números góticos.
La pieza no llega al grado F por lo que la calificaremos por VG+. Su valor, al considerarse muy rara, llegará a 520€, mientras que su precio de mercado solo alcanzará un tercio de esta cifra, como consecuencia de la no legibilidad de Ceca y Ensayador, ésto es 170€.

 

Ultima modificacion el Sábado 03 de Septiembre de 2011 16:25
Ernesto Gutiérrez Guinea

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2 comentarios

  • Enlace comentario Dalton Domingo 20 de Noviembre de 2011 13:58 Publicado por Dalton

    Stands back from the kyeobard in amazement! Thanks!

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  • Enlace comentario Lorrie Viernes 14 de Octubre de 2011 15:29 Publicado por Lorrie

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