Por dar cierto orden a los artículos, he pensado en comenzar por la escala N, que fue con la que comencé.
Quizás es obligado empezar por las locomotoras, pero fiel al orden de mis querencias tengo que hablar en primer lugar de los coches de pasajeros.
Un cómplice en mi iniciación, a quien siempre estaré agradecido, me brindó la posibilidad de hacerme con varios coches que le sobraban del mítico Orient Express del fabricante alemán MINITRIX. No dudé en comprárselos y quedé fascinado por la calidad de reproducción y de rodaje. Esta fue mi primera incursión en los trenes históricos que han dado una aureola especial al ferrocarril en Europa durante el siglo XX.
El Orient Express de MINITRIX, en sus dos colores azul oscuro ( Ver imágenes y más información) y teka ( Ver imágenes y más información )ha sido una fijación durante estos años, al haber llegado tarde a su última edición en 1994 y encontrarme siempre con malos presagios siempre que preguntaba sobre su eventual reedición. Gracias a algún ejemplar suelto en tienda –recuerdo uno que encontré en una de las que cerraron hace tiempo en Madrid: Model Pez- y sobre todo a eBay, he podido hacerme con las composiciones completas, incluso con algún coche duplicado. MINITRIX volvió a sacarlos en 2008 en una edición especial, pero con un precio que no invitaba precisamente a seguir acumulando ejemplares.
El Orient Express con caja de madera reproducido por MINITRIX me llevó a los coches Pullman de Wagons Lits (los CIWL) con chasis metálico que sucedieron a los anteriores ( ver imágenes y más información ) . En la reproducción de esta variante de estos míticos coches, emblemáticos de los felices XX de entreguerras, el histórico fabricante italiano RIVAROSSI era la referencia obligada. Antes de la desaparición de la fábrica en Breda y la integración de la marca en el gran juguetero británico HORNBY pude hacerme con bastantes ejemplares en N de los CIWL de RIVAROSSI, que en su versión de tren real conformaron míticos trenes por toda Europa, en Francia, por ejemplo, el Flèche d’or Paris-Calais que, una vez atravesado el Canal de La Mancha en barco, continuaba como Golden Arrow desde Dover hasta la estación Victoria de Londres.
Aunque la oferta de RIVAROSSI en N de estos Pullman CIWL era más reducida que la de la escala H0, rescaté antes de su resurrección con HORNBY –made in China y ya no in Italy- bastantes ejemplares. Me acuerdo en especial de los tres Pullman de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces con su numeración coche 1, 2 y 3 que logré encontrar en otra tienda de Madrid que pasó a mejor vida: Chauve. También de los que logré encontrar en Bazar Matey procedentes de las dos tiendas cerradas que he mencionado, entre ellos, además de los del Fléche d’or, uno muy buscado que era el de color blanco con inscripciones en árabe. Los Pullman CIWL de RIVAROSSI -furgones, salón, restaurante o camas- destacaban, como sus mayores en H0, por la tampografía y los colores, ya fueran en marrón o en azul oscuro combinados con blanco o crema; otra cosa era el rodaje: su escaso peso y los enganches obligaban a tener mucho más cuidado a la hora de rodarlos que los de MINITRIX.
Otro fabricante importante: el alemán ARNOLD, que fue pionero de la escala N, también se atrevió con los Pullman CIWL antes de pasar a mejor vida, engullido también en el grupo HORNBY. Gracias al fondo de armario inagotable del andorrano Bazar Valira pude hacerme con los modelos españoles que hizo ARNOLD: el CIWL camas y el RENFE butacas en verde resultado de transformar un CWIL salón. Más tarde, ya con eBay, conseguí dos estuches de Pullman CIWL que hizo ARNOLD como Orient Express y Riviera Express
Lo último de ARNOLD en CIWL español, ya no made in Germany sino en China, ha sido un estuche en 2010 de 4 vagones del Lisboa-Madrid-Barcelona (Ver imágenes y más información) en el que, como era de esperar, no he visto mejoras de calidad con respecto a la época alemana y con el que, por ahora, cierro mi colección de CIWL en N.
Los CIWL de ARNOLD eran bastante parecidos en cuanto a calidad a los de RIVAROSSI pero el toque alemán se apreciaba en los ejes y en los enganches, más fiables. Otro detalle era que, como los MINITRIX, tenían luz, no de serie pero sí con un juego de luces, que comparado con los leds actuales, era de la edad de piedra. En general no es fácil una iluminación resultona en N de los coches, pero instalar las luces de ARNOLD era un completo ejercicio de ajustes mecánicos y soldadura, a veces con resultados poco satisfactorios.
Seguirá con otros coches históricos.