Como estaba previsto, Pablo Iglesias ha perdido la moción de censura presentada contra Mariano Rajoy.

La moción de censura presentada por Unidos Podemos contra Mariano Rajoy ha sido derrotada en el Congreso por 170 votos en contra, 82 a favor y 97 abstenciones.

El resultado de la votación ha sido el que estaba previsto, porque según algunas interpretaciones, el motivo que ha llevado a Pablo Iglesias a presentarla no han sido la de cambiar al presidente del Gobierno, que todo el mundo sabía que no iba a suceder, sino perjudicar en lo posible al PSOE que se encontraba en pun proceso de primarias y no tenía un liderazgo claro.

Pero, a la vista del resultado de la moción de censura, parece que para lo que ha servido es para fortalecer a Mariano Rajoy, que se encuentra en un momento delicado como consecuencia de los casos de corrupción que afectan a personas relevantes de su partido.

De todas formas, la crítica que se ha hecho a Pablo Iglesias es que, como todo el mundo sabe, Mariano Rajoy es Presidente del Gobierno porque él ha querido y a pesar de que sigue diciendo que quiere desalojarle de la Moncloa, como también dice que no es posible un acuerdo entre Unidos Podemos, Ciudadanos y el PSOE, parece que, al margen de sus declaraciones rimbombante, su intención puede ser que Mariano Rajoy cumpla toda la legislatura, aunque habrá que esperar a esa fecha para saber lo que opinan sus electores de lo que está haciendo.

Es de destacar también, que, en los largos discursos que han pronunciado tanto Pablo Iglesias como la portavoz de su grupo parlamentario, Irene Montero, se han producido pocas novedades, aparte de escuchar algunas frases más o menos ingeniosas.

Irene Montero, en su intervención, ha hecho una relación exhaustiva de los casos de corrupción que afectan a personas relevantes del PP, lo que todo el mundo sabe porque tienen una amplia difusión en los medios de comunicación; pero que quizá para lo que ha servido es para que los ciudadanos piensen que, como los diputados del Congreso, a pesar de todo, siguen sin ponerse de acuerdo para cambiar al presidente del Gobierno, es que la corrupción no es algo tan importante, lo que naturalmente favorece a Mariano Rajoy que considera que lo principal es el crecimiento económico y lo demás son “chismes”. Por su parte, en el largo discurso de Pablo Iglesias, la prensa no ha destacado ninguna medida concreta y novedosa que tenga algún objetivo de interés, como, por ejemplo, terminar con la precariedad laboral y el desempleo que es la principal preocupación de los españoles.